Ben Stiller se ha convertido en el rey Midas de la polémica y todo lo que toca se convierte en el blanco de las peores críticas. En esta ocasión han sido las asociaciones de discapacitados psíquicos estadounidenses las que se han llevado las manos a la cabeza con motivo de su última película 'Tropic Thunder. ¡Una guerra muy perra!', una comedia de acción sobre un grupo de actores que pretenden rodar la película bélica más cara de la historia y que, sin darse cuenta, se ven enrolados en una batalla real.
En ella, el actor y director neoyorquino encarna a una mimada superestrella de Hollywood que en un descarado intento por ganar el Oscar decide interpretar, valga la redundancia, a un joven granjero con retraso mental que es capaz de comunicarse con los animales. El cartel promocional de esa película ficticia en la que aparece Stiller con la inscripción "Había una vez un retrasado", ha hecho saltar las alarmas en el seno de las asociaciones de apoyo a personas con discapacidad.
Boicot contra el agravio
Según informa el diario "The New York Times", el máximo responsable de los "Special Olympics", Timothy P. Shriver, ha pedido a los ciudadanos que no acudan a ver la película y ha solicitado al congreso de los Estados Unidos una declaración oficial que condene lo que en su opinión es "un discurso del odio". Por su parte, la productora Dreamworks, ha aclarado que "no se va a tocar ni un plano de la película", y recuerda que se trata de "una comedia no recomendada a menores de 13 años y así debe valorarse".
La controversia ya salpicó a la producción hace unas semanas y tuvo como protagonista al actor Robert Downey Jr., que en el filme da vida Kirk Lazarus, un comprometido actor australiano que decide someterse a una operación quirúrgica para oscurecerse la piel y poder así, interpretar al sargento afroamericano Lincoln Osiris. En España tendremos que esperar hasta el próximo 26 de septiembre para ver hasta donde puede llegar la osadía del irreverente Stiller.
María Munín González (Fuente: El País)