Miércoles, mediodía en Madrid, en el emblemático Hotel Ritz se espera a dos grandes estrellas de Hollywood. Nicole Kidman y Hugh Jackman han volado hasta la capital de España para presentar su nueva película, 'Australia'. Junto al director de la cinta, Baz Luhrmann y a la directora de producción Catherine Martin, los actores, ambos de origen australiano, al igual que el realizador, conversaron con los periodistas en una multitudinaria rueda de prensa.
La nueva película de Luhrmann es una historia de amor épico, que surge entre una bella aristócrata inglesa y un rudo ganadero, en tierras australianas. Para el director, esta película le ha permitido "exponer romance, comedia, acción, drama", algo que confesó le resultó "agotador", e incluso "casi me mata".
Para Nicole Kidman la experiencia de rodar en Australia, su tierra natal ha sido muy gratificante. "Comencé a trabajar allí con 14 años y ahora me he reencontrado con gente con la que trabajé hace tiempo", como Jack Thompson y Bryan Brown, a los que considera "auténticos iconos". Además, Kidman aseguró que "ha sido muy bonito para nosotros hacer una historia de nuestro país y a la vez una historia para el mundo".
Por su parte, Jackman mostró su satisfacción por volver a su país, ya que "por primera vez en ocho años podido hablar con mi auténtico acento". Aunque se apiadó de Nicole por haber tenido que "esforzarse más que el resto", para para lograr hablar con acento inglés.
Hugh mostró su gran admiración por la actriz australiana, "donde está Nicole hay electricidad", algo que explicó le ha sido de gran ayuda a la hora de interpretar un papel en el que había tanto tintes cómicos como dramáticos. "No ha sido fácil este papel", pero "Baz me dijo que siempre que seamos valientes el mundo lo va a entender".
Seis finales
Mucho se ha rumoreado sobre el hecho de que Baz Luhrmann cambió el final de la película tan solo 48 horas antes de ser presentada en Australia. En este sentido, Luhrmann explicó que "sí escribí 6 finales, pero solo 4 eran legítimos". De ellos, "uno era un final trágico y el otro puramente feliz". Pese a todo, el director de la cinta, que ha obtenido críticas muy dispares, dejó claro que "a los jóvenes les gustó el final trágico, pero es normal porque en mis películas siempre busco que la historia responda al público de ahora".
Sin embargo, aseguró que el final elegido "es el más útil para estos tiempos", porque añadió, "en un mundo en que hay guerra y temor, si estás con las personas a las que amas y ellos contigo, entonces, mañana será otro día, la vida sigue".
La generación robada
Tanto el director como los dos actores se mostraron muy comprometidos con la causa de los niños que pertenecieron a la generación robada, un tema que está en el centro de la trama a lo largo de toda la película.
Luhrmann explicó que su decisión de "incluir este elemento social" en la película "comenzó en París", donde se puso a pensar en lo que "significan para mí mis hijos y lo que supondría un retorno a mi hogar". "El tema de la generación robada es una cicatriz oscura en nuestra historia, que no se ha cerrado del todo", agregó Luhrmann.
En el mismo sentido, Jackman explicó que a través de un familiar de su mujer recibió una carta de un alumno aborigen, en la que aseguraba que "gracias a la película se sentía orgulloso de ser aborigen".
Por su parte, Kidman admitió no conocer de antemanto ese problema, pero que con la película "he aprendido mucho".
Lorena Vialás