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    Entrevista a Chris Waitt

    Nos reunimos con el director de 'La historia completa de mis fracasos sexuales' para analizar el uso terapéutico la cámara digital.

    Chris Waitt en persona dista mucho de ser el inmaduro post-grunge que sale autoretratado en 'La historia completa de mis fracasos sexuales'. El realizador, acompañado de su novia Alexandra (la joven que conoce en la película) visitó nuestra ciudad aprovechando que su película competía en la sección oficial del Festival Internacional de Cine de Gijón; y es ahí donde nos encontramos, café con leche en mano, en un bar de la magnífica ciudad asturiana.

    P- ¿Cuáles son tus sensaciones respecto a la acogida de la película?

    R- Mejor las de público que las de prensa (risas). En el pase de la mañana con los críticos escuchaba mucho silencio... era algo extraño. La verdad es que nunca sabes cómo va a resultar cuando proyectas una película tuya, pero con el público fue algo genial, no paraban de reírse. Aunque supongo que alguien encontrará extraño que me alegre cuando la gente se divierte mientras me ven en la pantalla siendo torturado por una dominatrix.

    P-¿Dirías que la película te ha servido a un nivel terapéutico?

    R- Tengo una versión de la película que dura cuatro horas que horrorizó a todo aquél que se la enseñé: quedaba claro que necesitaba cortar aún bastante metraje. Por aquel entonces yo estaba realmente deprimido así que me encerré a trabajar en el montaje de la película para poder reducirla hasta que quedara un producto divertido y entretenido para el público: eso sí acabó sirviéndome como terapia. En la película hay cosas tristes y duras pero, al final, sí que creo que hay cierto aprendizaje y, en cierta manera, un final feliz. Es una cuestión de equilibrio, la película no tenía que ser únicamente un proceso de autoayuda para el que la hace (aunque lo fuera) sino que también debía ser algo que pudiera ver la gente y divertirse.

    P- ¿Llegaste a pensar en algún momento que la película podía no ir a ninguna parte, que el rodaje se alargara sin llegar a ninguna conclusión?

    R- Cuando haces una película de estas características, prácticamente un diario personal, corres muchos riesgos. Por suerte a medida que iba avanzando el rodaje sí íbamos encontrando situaciones atractivas que te ayudaban a seguir hacia adelante. Yo soy muy cabezón así que rodé y rodé hasta que, bueno, ¡me podría haber muerto! (risas). Es cierto que hubo momentos en los que dudaba, me preguntaba si valía la pena todo lo que estaba haciendo... por suerte ahí estaba mi madre para recordarme que nunca acabo las cosas y que ésta, al menos, sí debía terminarla.

    P- P- Al final sí consigues novia... tengo que preguntártelo, ¿es Alex una actriz? Hay mucha gente que lo piensa.

    R (Chris)- Eso será mejor que te lo contesté ella.

    R (Alex)- Créeme, ojalá fuera una actriz, así al menos hubiera cobrado (risas).

    Alejandro G.Calvo

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