La actriz Farrah Fawcett falleció ayer tarde víctima de un cáncer con el que llevaba batallando los últimos tres años. La salud de la actriz se encontraba muy deteriorada desde hace semanas y, ayer mismo, se le aplicó la extrema unción pocas horas antes de su muerte, ocurrida en el hospital Saint John de Santa Mónica (California). Tenía 62 años.
Hija de Pauline Alice, ama de casa, y de James William Fawcett, empresario petrolífero, empezó su carrera en los años sesenta como modelo en el campo de la publicidad dada su exhuberante belleza. Con todo, la fama -que acabaría convirtiéndola en todo un icono pop- le llegaría en 1976 tras que Aaron Spelling la contratara para ser Jill Monroe, una de las protagonistas de la mitificada serie "Los ángeles de Charlie". La actriz, sin embargo, dejaría la serie tras la primera temporada, siendo sustituida por Cheryl Ladd (y consecuentemente demandada por Spelling).
Pese a que su abandono de la serie estaba condicionado por sus ganas de triunfar en el mundo del cine, la carrera cinematográfica de Farrah Fawcett nunca llegaría a despegar del todo. Sus mejores films, curiosamente, se hallarían dentro de la ciencia ficción, donde directores como Stanley Donen (Saturno 3) y Michael Anderson (La fuga de Logan) quisieron fusionar la belleza de la actriz con sus relato fantacientíficos siguiendo la estela de Barbarella.
A nivel personal la actriz estuvo casada con el actor Lee Majors entre 1973 y 1982. Uniéndose posteriormente con el actor Ryan O'Neal con quien tendría un hijo en 1986, Redmond O'Neal que actualmente se encuentra en la cárcel tras tener serios (y múltiples) enfrentamientos con la justicia... La pareja había anunciado esta misma semana su intención de contraer matrimonio en el mismo hospital donde la estaban tratando.
Daniel Villarraso
