Nos reunimos una achicharrante mañana madrileña con el director de 'Pagafantas', Borja Cobeaga. El lugar de encuentro es el Café Comercial -zona de fumadores- muy cerca del cine Palafox donde hemos asistido al pase de prensa de la película. Pese a estar considerablemente abrumado por la gran cantidad de periodistas que le reclaman y con la presión de lo que significa estrenar tu primera película, el director responde con lucidez y simpatía a las preguntas que SensaCine le iba planteando.
P - ¿Cómo estás viviendo el estreno de tu ópera prima: 'Pagafantas'?
Estoy absolutamente ilusionado. Creo que hasta que una película no se estrena no se puede saborear al completo el trabajo realizado. No tengo ninguna gana de ser un autor maldito con películas en el cajón que no ha visto nadie: las películas tienen que llegar al público y ojalá éste sea el más grande posible. La verdad es que me siento muy feliz con la película, me identifico al completo con ella, es algo muy personal. De ahí que me resulte fácil todo el proceso que hay que cumplir antes del estreno de la película, tengo ganas de transmitir la felicidad que siento por el mero hecho de poder estrenar mi película.
P- La película tiene aspectos costumbristas muy españoles, pero el sentido del humor es muy norteamericano.
Hay mucho batiburrillo de influencias, aunque la más marcada de todas ellas se deba a mis amigos. Creo que la película acaba resultando muy cercana porque habla de cosas que todos hemos vivido en alguna ocasión de nuestra vida. Esa autenticidad es clave: tanto Diego San José (guionista) como yo hemos escrito un guión en el que hablamos de cosas que conocemos de primera mano. Otra cosa es que exageremos un poco todo para que la película pueda funcionar en su vertiente de "comedia loca". 'Pagafantas' es una mixtura, por un lado está el modelo de comedia clásica con una chica atractiva y zumbada que desestabiliza la vida del protagonista y, por otro, ese punto que tienen las series cómicas británicas del corte de 'The office'. La prensa ha asociado la película al universo de Judd Apatow, lo cual es cierto, si entendemos el concepto de ‘Pagafantas' como película "de colegas".
También nos importaba mucho crear gags que funcionaran. Es algo heredado de cuando hacíamos ‘Vaya semanita'; entonces decíamos, si cada capítulo tiene veinte sketches al menos dos tienen que funcionar muy bien. Lo mismo debía pasar en 'Pagafantas'.
P- 'Pagafantas' da la sensación de ser una película muy masculina: hecha por y para hombres.
Bueno, yo creo que los personajes masculinos salen peor parados que los femeninos en la película. El protagonista no es humillado por la chica, es él el que resulta patético al tomar las peores decisiones posibles: el tema de la película es la humillación, de hecho, la principal influencia se podría decir que han sido los videos de caídas y trompazos de YouTube. Hay un equilibrio entre crueldad y ternura que atañe a todos los personajes, eso creo que acaba provocando que la película no sea excesivamente oscura ni burdamente ñoña. Aunque supongo que es inevitable: tenemos que entender que esta película la hemos escrito dos hombres, o mejor dicho, dos pagafantas...
P- Mezclas dos generaciones de intérpretes, por un lado están Oscar Ladoire y Kiti Manver, por otro la generación de 'Muchachada Nui'.
Siempre he sido muy fan de la mixtura, no sólo a nivel de generaciones, sino de modelos de humor y metodologías de interpretación. Es algo que ya practiqué en mis cortometrajes y que he querido llevar a la película. Me apetecía mucho, por ejemplo, que el confesor del protagonista no fuera su mejor amigo, interpretado por Julián López, sino su tío el soso, el Pagafantas supremo. Nos hacía mucha gracia que el escudero del protagonista fuera mucho más mayor.
¿Cuál dirías que es tu relación con el cine español?
Hay dos cines españoles. Por un lado está la imagen que proyecta, que no se corresponde en absoluto con lo que realmente es. Y luego están las películas españolas. Es decir, aquí se hacen películas de todo tipo: buenas, malas y regulares. Hay que decir que yo encuentro que la cantidad de buenas es sorprendente y que a cualquier cinematografía le daría envidia poder tener películas como 'Camino', 'Casual Day', 'Los Cronocrímenes', 'Vete de mí', 'Bosque de sombras', 'El Rey de la montaña'...
Alejandro G.Calvo