Festival Internacional de Cine de San Sebastián, mañana lluviosa del 23 de septiembre, año 2009. El realizador uruguayo Adrian Biniez (34) nos recibe en el hall del Hotel María Cristina para hablar un poco de su ópera prima como realizador: 'Gigante', ganadora del Oso de Plata en la última Berlinale a modo de Premio Especial del Jurado.
La película, bien recibida en el pase de presentación oficial del certamen, sigue los pasos de Jara, un vigilante de centro comercial obsesionado con una de las mujeres encargadas de la limpieza. Una película de emociones y silencios (y viceversa) narrada en esa clave de humor que parece unir Montevideo con Helsinki: 'Whisky', 'Acné'...
A Biniez se le nota contento e inquieto a la par, sumamente majo empieza diciéndome que conoce SensaCine e inquiriendo si la película me ha gustado poco o mucho, todo o nada. El joven realizador se declara fan del cine de Victor Erice y Jose Luis Guerin y de la labor crítica que ha dejado como legado el gran Manny Farber.
"El otro día vi 'El Verdugo' de Luis Garcia Berlanga en una copia de 35 mm y me quedé fascinado. ¿Cómo podía filmar esos planos secuencia? Berlanga convierte al resto de realizadores en meros aprendices".
'Gigante' es una película que parece descontextualizada. Al protagonista le gusta la música trash metal de principios de los noventa, los personajes para conectarse a internet deben ir a cyber-cafés, hay cierta estética feísta que parece borrar la fecha en la que acontecen los hechos del film. El realizador, me corrige. "Más que heavy metal o trash metal, a Jara lo que le gusta es el trash industrial. Es cierto, esa música cuando más sonaba era entre el 90 y el 94, lo que es lo mismo que decir que era la música que escuchaba yo de joven y que algunos amigos de mi edad aún siguen escuchando y en esa órbita he situado al protagonista. El tema de los cyber-cafés es divertido: aquí en España se habrán superado, pero en Uruguay todo el mundo se conecta a través de ellos. Tener en tu casa un ordenador y una conexión ADSL aún sigue siendo muy caro, pese a que se ha rebajado un poco los últimos dos años. Yo, de hecho, no tengo conexión."
Le sigo insistiendo, el Montevideo de la película no posee referencias localistas, no son más que un puñado de calles, bares, supermercados... podría ser cualquier ciudad (triste) del mundo. "La verdad es que esa clase de reflexiones, aunque te parezca cómico, uno no las tiene antes del rodaje, sino que se da cuenta al final del mismo de que, de forma más o menos involuntaria, la película se ha conducido de forma natural hacia esos términos. Está claro que los uruguayos la reconocerán rápidamente, pero el hecho es que puede ser cualquier ciudad, al fin y al cabo no es más que el decorado en el que se esconde la historia de amor protagonista."
Sobre el sentido del humor presente en su película, el realizador dispara "no hay que llevarse a engaños, todos los directores, de los más clásicos como John Ford a los más modernos como Jean-Luc Godard tienen sentido del humor. ¡Mira si no las películas de Tsai Ming-liang! Si Godard tiene gags, ¿por qué no puedo tenerlos yo? Muchas de sus películas de los sesenta y los setenta son comedias montadas con una moto sierra. Sin embargo no es algo a lo que se suela hacer referencia cuando lees análisis o textos teóricos sobre su cine".
Este viernes llega a nuestras pantallas 'Gigante', película que ya puede sumar a su extenso currículo de premios el de Mejor Película en la Sección Horizontes Latinos de San Sebastián.
Alejandro G.Calvo