A las productores de la ceremonia de los Oscars se les ha ocurrido una curiosa manera de acortar la gala eliminando lo que ellos consideran su "parte más odiosa": los agradeciemientos. Razón por la que los nominados tendrán que prepararse dos discursos: el de la ceremonia, en el que se evitará citar a personas no conocidas, donde primará cierta creatividad, y cuya duración será como máximo de 45 segundos (se aconseja no llorar), y otro, que se grabará entre bambalinas, en el que los ganadores podrán agradecer a todos los familiares y amigos que ellos deseen. Además, estos vídeos serán difundidos por Internet y podrán enviarlos a quienes ellos quieran.
Las nuevas normas se dieron a conocer ayer en el amuerzo que reúne a todos los nominados. Aún así no hay garantías de que los nominados vayan a seguir las instrucciones. Así que, para ilustrar la idea, los productores mostraron un vídeo en el que Renée Zellweger hablaba sobre lo que para ella significó recoger el galardón. Estas reglas cristalizan medidas ya tomadas en años anteriores como la prohibición de subir a cantar a Jorge Drexler nominado en 2008 a Mejor Canción por 'Diarios de motocicleta', por ser poco conocido. Un hecho que, según los organizadores, "irrita a la audiencia".
Natalia Marín Sancho