Harvey Pekar cumplía todos los requisitos del artista underground misántropo y freak a partes iguales. Este estudiante y militar fracasado, que pasó su vida entre su compulsiva adicción por comprarse discos de jazz -a finales de los cincuenta llegó a ejercer como crítico musical para la revista 'The Jazz Review'-, trazando bocetos con grafismos infantiles de lo que serían sus futuros cómics y aguantando una soporífera y rutinaria jornada laboral como archivista en un hospital de veteranos (trabajo que mantuvo hasta su jubilación en el año 2001).
Fue gracias al ícono de la cultura underground post-sesentera Robert Crumb cuando Pekar se atrevió a dar el salto al mundo del cómic a través de la saga autobiográfica "American Splendor". En ella retrataba su día a día en Cleveland, su relación con sus vecinos, sus compañeros de trabajo, su novia... todo ello abrasado y exagerado tras su mirada ácida y escabrosa propia del anacoreta en que la vida lo había convertido.
En el año 2003 los realizadores Robert Pulcini y Shari Springer Berman adaptaron a la gran pantalla la obra de Pekar con gran éxito de crítica (y algo de público). La película, protagonizada por Paul Giamatti y Hope Davis, contaba con la participación del propio autor interpretándose así mismo. Dicha divertida mezcla de documental y ficción le valió a la película una nominación al Oscar al Mejor Guión Adaptado, además de llevarse el premio FIPRESCI de la sección Un certain regard en el Festival de Cannes y del Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance (en España, por ejemplo, la película se llevó el máximo galardón del Festival de Gijón). Harvey Pekar, como no podía ser de otra manera, retrató todo el éxito vivido por la película en el cómic "American Splendor: Our Movie Year".
Nos ha dejado, así, uno de los más grandes autores del cómic norteamericano contemporáneo. Su cuerpo fue encontrado ya sin vida en su casa de Cleveland, en el estado de Ohio, donde vivió toda su vida.
Daniel Villarraso