El maestro del cine de artes marciales, Jackie Chan, ha volado hasta la capital española para promocionar su nueva película, 'The Karate Kid'. El popular actor acudió junto a Jaden, Will y Jada Pinkett Smith al cine Proyecciones de la calle Fuencarral para hablar con los periodistas de la película que ha arrasado en Estados Unidos y que llegará a nuestro país el próximo 27 de agosto.
Desde el inicio del proyecto se hablaba de que el filme era un remake de la cinta que en los '80 dirigió John G. Avildsen. Sin embargo, lo primero que quiso dejar claro Jackie Chan es que el filme "no es un remake, porque yo no soy el señor Miyagi -al que en la película original dio vida Ralph Macchio". "Queríamos hacer algo nuevo. Fue idea de Will cambiar el karate por el kung-fu, porque en China es lo que se practica", explicó el actor.
Un gran maestro
En 'The Karate Kid', Chan se convierte en el mentor del joven Jaden en el arte del Kung fu. Para el hijo de Will trabajar junto al gran maestro de las artes marciales "fue genial, es un gran tipo, mola un montón". Tanto es así que el pequeño Smith dijo que "ojalá pudiera volver a trabajar con él otra vez".
La joven estrella reconoció que tuvo que entrenar "muy duro" para su papel en la película. "Empecé a entrenar kung-fu tres meses antes de que empezara el rodaje, y continué durante los cuatro meses que duró. No descansaba ni los fines de semana, lo hacía en el hotel. Y ahora sigo practicándolo", explicó. Además, para lograr que le saliera la patada final de la película se preparó a fondo porque le dijeron que si no lo conseguía "me tenía que quedar veinticuatro horas más en China".
Pese a ello, Jaden aseguró que sin duda lo más complicado del rodaje no fue la dura preparación, sino el beso que tuvo que darle a la niña de la que se enamora en la película "delante de mis padres". Eso sí, el pequeño reconoció fue su primer beso, pero "en la gran pantalla".
Una carrera accidentada
Por otra parte, Jackie Chan reconoció ser "un loco", por la cantidad de accidentes que ha tenido en los rodajes de sus películas. "Era la única forma que teníamos en Hong Kong de escenificar las peleas, allí no había los adelantos de Hollywood". Aunque esta película es norteamericana, el actor ha asegurado que las escenas que aparecen en la Gran Muralla China o en la montaña se rodaron allí. "Cuando Will me lo dijo pregunté, ¿qué pasa con las pantallas azules y con la animación por ordenador?".
Will Smith, que ha producido la película junto a su mujer Jada Pinkett, reconoció que "trabajar junto a la familia es difícil", pero reconoció que está muy orgulloso del resultado porque "mi niño es muy disciplinado". Además, el actor bromeó con la idea de que su hijo le quite protagonismo. "Que se lleve él todo el trabajo, y así yo puedo quedarme disfrutando con su flamante madre", dijo Smith entre risas.
El kung-fu en la vida
Para el productor de la cinta el éxito que ha tenido en Estados Unidos se debe a que "es una historia aplicable a nuestra vida, sin necesidad de que fuera en 3D o tuviera explosiones. Todos querríamos tener a un maestro como Jackie para poder librarnos de los matones de los colegios".
Pero la película también ha tenido sus detractores, quienes la han criticado por su excesiva violencia. Unas afirmaciones con las que Smith no está de acuerdo. "Intentamos que las escenas fueran reales, pero que tuvieran un toque fantástico. Que fueran similares a las de los videojuegos, pero con un tono correcto. Queríamos reflejar el dolor de un niño que es acosado por los matones del colegio", explicó el actor.
Jackie Chan, que dijo que aprendió kung-fu cuando tenía seis años, ha querido defender la práctica de artes marciales y ha afirmado que "el kung-fu está en todo lo que hacemos en la vida", desde "subir andando las escaleras", en lugar de coger el ascensor, o "coger menos el coche".
Para concluir, Chan aseguró que está inmerso en la preparación de "un musical que llevará por título 'Yo soy Jackie Chan' ". Y explicó, entre risas, que su próximo reto "es rapear con la familia Smith".
Lorena Vialás