Lo primero que llama la atención de las distintas necrológicas que se han publicado a propósito de la muerte de Patricia Neal son las referencias a su "corta obra cinematográfica". Y digo que nos ha llamado la atención porque en cuanto uno se pone a pensar en el trabajo de Neal enseguida te viene a la cabeza tanto su escalofriante interpretación para la extremadamente violenta (emocionalmente hablando) 'Hud, el más salvaje entre mil (Hud)' (1963) -obtuvo el Oscar a la Mejor Actriz-, donde daba vida a la criada con quien juega un cruel Paul Newman; como su participación en esa película magistral titulada 'El Manantial (The Fountainhead)' (1949), donde compartió protagonismo con su amante de la época: el nunca divorciado de su primera mujer, Gary Cooper.
Y es que la carrera de la actriz originaria de Kentucky (26-01-1926), pese a poseer un currículum donde figuran largometrajes tan emblemáticos como 'Ultimátum a la tierra (The Day the Earth Stood Still)' (1951), 'Un rostro en la multitud (A Face in the Crowd)' (1957) o 'Desayuno con diamantes (Breakfast at Tiffany's)' (1961), se detuvo abruptamente por dos razones bien distintas: su matrimonio con el escritor y guionista Roald Dahl, con quien tuvo cinco hijos, y un gravísimo accidente vascular en forma de micro infartos cerebrales que la tuvieron en coma durante veintiún días -la revista Variety llegó a publicar la noticia de su fallecimiento- y a la que sobrevivió con las funciones motrices y del habla prácticamente sesgadas.
La actriz, una luchadora nata, consiguió recuperarse de sus dolencias mediante un extenuante proceso de rehabilitación -el Hospital donde se curó pasó a llamarse The Patricia Neal Rehabilition Center- logrando recuperar (mínimamente) su carrera cinematográfica en películas como 'The Subject was roses' (1968) o la producción española 'Hay que matar a B (Hay que matar a B)' (1973) de José Luis Borau (la actriz rechazó el papel protagonista de 'El graduado (The Graduate)' (1967) que acabaría interpretando Anne Bancroft al no encontrarse recuperada del todo).
La última vez que pudimos verla en la gran pantalla fue en en 'Cookie's Fortune (La fortuna de Cookie) (Cookie's Fortune)' (1999) del también desaparecido Robert Altman. La actriz, fallecida ayer domingo en su hogar de Massachusetts, llegó a tener su propio biopic en vida en forma de tv movie: 'La historia de Patricia Neal (The Patricia Neal Story)' (1981).
Alejandro G.Calvo