El realizador japonés Satoshi Kon falleció ayer a los 46 años víctima de un cáncer de pancreas. Su muerte nos deja sin uno de los realizadores más brillantes e imaginativos del territorio del anime cinematográfico. Kon, nacido en Hokkaido (Japón) el 12 de octubre de 1963, empezó su carrera como dibujante de cómics manga, dando el salto el cine en 1991 de la mano, primero, de Hiroyuki Kitakubo como animador de 'Rôjin Z' y, más tarde, de Katsuhiro Ôtomo como guionista de 'World Apartment Horror (Warudo apaatoment hora)'.
Kon nos deja una corta pero sublime carrera como director de animación. Desde su debut en 1998 con 'Perfect Blue', el realizador nos ofreció tres películas de calidad ascendente: 'Millennium Actress (Sennen joyû)' -Premio Orient Express (mejor película asiática) en el Festival de Sitges de 2006, 'Tokyo Godfathers (Tokyo Godfathers)' y 'Paprika'; dejando inacabada su última producción 'The Dreaming Machine (Yume miru kikai)'.
En su obra conviven en perfecta armonía la mitología clásica del país asiático -rica en espíritus, conjuros y leyendas artúricas en clave samurai- con un afiado retrato social de la sociedad japonesa contemporánea. Altamente imaginativo, tanto en lo escrito, como en lo visual, su cine parecía no tener límites cognoscibles, todo un imperio babélico, al mismo tiempo particular y universal, a la imaginación.
El director del Festival de Sites, Àngel Sala, ha querido destacar para SensaCine "su gran tristeza por la pérdida de un realizador tan cercano al certamen -su obra se dio a conocer en el mismo ya desde 'Perfect Blue'- y con quien poseía una buena relación". Sala ha definido su obra como "una enorme interrogación sobre la realidad en la que vivimos, desde la realidad virtual ('Perfect Blue') al mundo de los sueños ('Paprika'); de hecho, ésta última es un claro precedente de 'Origen (Inception)' de Christopher Nolan".
El director de Sitges ha querido remarcar la "gran influencia que el cine occidental había tenido sobre la obra de Kon, desde Dario Argento a John Ford -su 'Tokyo Godfathers (Tokyo Godfathers)' podría tratarse de un remake libérrimo de 'Tres padrinos (3 godfathers)'- todo ello sin perder de vista al cine japonés clásico. La calidad y fuerza de sus imágenes es tal que, por momentos, uno puede llegar a pensar que se trata de imagen real. Lo más triste, posiblemente, sea que Kon nos ha dejado en su mejor momento y estoy convencido de que sus futuras películas habrían sido realmente importantes".
Alejandro G.Calvo