El pasado viernes 22 de octubre llegó a los cines españoles la comedia romántica francesa 'Los seductores'. La cinta dirigida por Pascal Chaumeil ha sido la más vista en el país galo con más de 4 millones de espectadores. En SensaCine hemos tenido el placer de hablar con el protagonista del filme Romain Duris, que interpreta a Alex, un hombre que se dedica, junto a su hermana y su cuñado, a romper relaciones de pareja. Po inmoral que pueda parecer su profesión, ellos tienen su propio código de honor. Regla 1: nunca separar una pareja estable. Regla 2: no enamorarse jamás. Pero cuando un padre los contrata para terminar la relación de su hija con su novio, las reglas pasarán a un segundo plano.
¿Qué fue lo que más le atrajo del guión cuando lo leyó por primera vez?
Para ser honesto, tras leer el guión me entró un poco de miedo. Era algo extraño, no me veía en una comedia romántica con un protagonista tan contradictorio. Necesitaba aportar algo de humanidad al personaje, no quería que fuera un amoral que disfruta separando parejas. Nada de ser el típico hombre que seduce, engaña y luego se marcha tan tranquilo. Había que aportarle más capas. Así que cuando hablé con el director discutimos mucho al respecto y, entre los dos, fuimos trabajando en ello hasta dar con un personaje, creo, más humano, más sutil, más atractivo en general.
Su personaje se dedica a romper relaciones amorosas, ¿crees que en el mundo en que vivimos ese sería un buen negocio?
Sinceramente, no tengo ni idea. Es complicado, todos tenemos amigos que juzgan de igual forma que los personajes de la película. Es fácil decir "esa chica no es para él" o "se merece algo mejor". Es una postura complicada por qué quién eres tú para juzgar a nadie. Habría que intentar ser más comprensivo e intentar meterse en la piel del sujeto criticado. ¿Cómo lo veo como negocio? Hombre, es divertido, pero en la vida real veo complicado que nadie pueda ganarse la vida de esa forma. Un trabajo nada ético, claro, pero sí muy interesante.
¿Cómo describirías a Álex? ¿Es un personaje positivo o negativo?
Como dije al principio, creo que conseguimos darle la humanidad justa al personaje para que pudiera empatizar con el espectador. No se le puede juzgar de forma cruel: él necesita ganar dinero para así poder vivir su propia vida; es su trabajo, no su condición humana. No se puede asegurar si él es así o asá, porque compensa sus aspectos negativos con un puñado de gestos bondadosos.
¿Cómo fue trabajar con Vanessa Paradis?
Uau… ella estuvo genial. Vanessa es una gran actriz y, además, es tremendamente divertida. Nos llevamos realmente bien durante el rodaje y, cuando había algo que no nos convencía, lo hablábamos y cambiábamos el guión. Lo mejor de trabajar con ella fue en las secuencias en las que bailábamos juntos. A ella le encantaba bailar así que nos hartamos de repetir dichas escenas. Me siento muy afortunado de haber trabajado con ella.
¿Habías bailado antes? ¿Tuviste que dar clases?
¡Por supuesto! Me encanta bailar y, aunque no pueda considerarme un experto, sí que puedo dar unos pasos sin caerme al suelo. Fue un poco como volver a la escuela. En el plató había profesores, extras, gente que no tenía ni idea… así que todo fue muy divertido. Fue como un acto global de felicidad, todos bailábamos, todos aprendíamos y todos enseñábamos algo a alguien. Nos sentimos muy libres, muy felices, aunque nos lo tomáramos muy en serio.
Ha trabajado con directores de la talla de Jacques Audiard, Tony Gatliff o Christophe Honoré. ¿Qué importancia tiene la figura del director a la hora de elegir un proyecto?
Para mí lo primero es el guión. Si la historia no me gusta, es raro que me decida a participar en el proyecto. Luego, claro, está el director. Es algo básico. Si siento que no puedo confiar en él, casi creer en él, entonces mejor dejarlo, porque como actor siempre he sentido que debo tener todo bajo control. Y si no confías en el director, entonces es imposible.
¿Planeas trabajar fuera de tu país?
Es algo que me apetece mucho, de hecho, tengo un agente en Los Ángeles buscando papeles. Lo complicado es que dejen de ofrecerme los típicos papeles del francés seductor… que es lo que ocurre en el 90% de los casos. Si no me dan nada interesante, seguiré trabajando aquí sin problema.
¿Cómo presentarías la película al público español?
¡Qué se preparen para soñar! La película ha sido un gran éxito en Francia, a la gente le ha encantado. Es realmente fácil de ver y, creo, que todos salen del cine con una sonrisa en la boca. Es algo refrescante, positivo. Una buena dosis de optimismo vital.
Alejandro G. Calvo y Lorena Vialás