Hoy nos despedimos de dos realizadores bien diferentes entre sí. Por un lado tenemos al norteamericano Irvin Kershner (29/04/1923; Philadelphia (Pennsylvania)), fallecido el pasado sábado a los 87 años de edad víctima de una larga enfermedad. Por otro, al italiano Mario Monicelli (15/05/1915; Toscana), que ayer lunes decidió terminar con sus 95 años de vida saltando desde la quinta planta del hospital San Giovanni de Roma donde estaba ingresado víctima de la fase terminal de un cáncer de próstata. Lo dicho, nada que ver uno con el otro: Monicelli era un maestro del cine italiano -de los últimos que quedaban con vida-, Kershner era un mercenario de la cámara. Monicelli fue un prolífico guionista (más de cien títulos), autor total de sus obras; Irvin Kershner funcionaba a golpe de talonario y, si tuvo alguna especialización, sería la de hacer secuelas (fue uno de los que dignificó el dicho "segundas partes nunca fueron buenas").
A Mario Monicelli se le considera el padre de la "commedia all'italiana", género popular que introdujo cambios en el neorrealismo germinado en la posguerra hacia un terreno más ágil y satírico pero manteniendo el grado de denuncia social precedente. Monicelli formó parte junto a realizadores como Vittorio De Sica, Pietro Germi, Dino Risi o Ettore Scola, de uno de los movimentos más interesantes (y divertidos) del cine italiano de los años cincuenta y sesenta, dando lugar a obras de la altura de 'Guardias y ladrones' (1951), 'Rufufú' (1958), 'La gran guerra' (1959) -León de Oro en el Festival de Venecia- o 'La chica con la pistola' (1968). Alberto Sordi, Marcello Mastroianni, Sophia Loren, el mismo De Sica o el inacabable Totò fueron actores habituales en un cineasta que jamás dejó de trabajar y a quién el Festival Internacional de Cine de San Sebastián le rindió homenaje en su edición del 2009.
La filmografía, tan escueta como discreta, de Irvin Kershner apenas supera la decena de títulos (no contamos sus trabajos para televisión). De hecho, poca gente habría llegado a conocerle sino fuera porque en 1980 pasó a la historia del cine por ser el realizador de 'Star Wars : Episodio V - El imperio contraataca (Star Wars : Episode V - The Empire Strikes Back)', película considerada como la de mayor calidad de la saga 'Star Wars' creada por George Lucas -no deja de ser curioso que el director de 'THX 1138' (1971) contara con Kershner al haber sido alumno suyo en las clases de fotografía y cine en la Universidad del Sur California. Sin embargo, esa no fue la única secuela que firmaría Kershner, puesto que también se puso detrás de las cámaras de películas como 'La venganza de un hombre llamado Caballo' (1976), la única película no oficial de James Bond 'Nunca digas nunca jamás (Never Say Never Again)' (1983) y de 'Robocop 2' (1990).
Alejandro G.Calvo