Nos armamos de valor y asistimos a la rueda de prensa de presentación de la película 'Justin Bieber: Never Say Never' que se ha celebrado en el Palacio de los Deportes de Madrid, unas horas antes del multitudinario concierto de su protagonista. Sufrimos primero el desconcierto, pasando por el pánico y finalmente la indignación.
La convocatoria de prensa no podía haberse hecho en un lugar y en un momento peor: las múltiples fans se agolpaban en la puerta esperando ver a su ídolo, desde varias horas antes (e incluso días), con las hormonas alteradas, y gritando llevadas por la histeria ante la aparición de cualquier silueta que les recordase a su ídolo. Tras lograr esquivarlas, y no ser engullidos por la 'marea rosa', encontramos a los responsables de prensa, que nos condujeron a un photocall donde una treintena de reporteros gráficos esperaban, indignados, debido a que Justin Bieber no tenía visos de aparecer por allí en un rato largo. Se mascaba la tragedia y también el plantón de los fotógrafos y cámaras.
Cuando muchos de ellos recogían el material para comenzar la retirada, apareció el pequeño artista tapado con una capucha y pasando delante de las personas que le habían estado esperando durante una hora. Es por este motivo por lo que los insultos no se hicieron esperar. Aún así, hubo quien le espero a la salida para intentar captar la ansiada fotografía del muchacho. De esta manera tan movida comenzó la rueda de prensa, en las que las preguntas deberían ser lo más breves posibles.
Bieber comenzó contándonos la música que escucha en su Ipod: "Escucho a Boyz II Men, Michael Jackson, Stevie Wonder, y también rock clásico como Led Zeppelin". Tras descubrir sus gustos musicales, averiguamos cómo lleva la vida de cantante y cómo se sentía en Madrid: "Realmente me gusta lo que hago. Sobre todo viajar por el mundo y conocer muchos lugares. Aunque echo de menos estar con mis amigos tranquilo y relajado, porque estoy constantemente en movimiento. Aún así, he de admitir que este viaje a Madrid me ha gustado mucho. Ayer estuve jugando al fútbol con gente de aquí y han sido muy amables conmigo. Hasta ahora solo puedo decir cosas buenas de lo que he vivido"
El artista fue invitado por la prensa a realizar una pequeña percusión como hace en la película, con lo que se mostró disconforme: "Lamentablemente no tengo instrumentos, no tengo tambores, pero si los tuviese si lo haría". En ese momento tomó la palabra un anciano de 86 años, en cuya frente se podía leer 'I love Justin', para decirle que era admirador suyo desde que empezó, que tenía su disco, sus deshechos... Claramente se trataba de la broma de algún programa televisivo.
Volviendo al tema del filme. En él podemos ver a Justin rezando, con su equipo técnico y su familia, antes de cada concierto, aunque él no se declara religioso: "No soy demasiado devoto, pero sí soy espiritual. Dios es me ha dado esta oportunidad, por eso aprovecho cada oportunidad para agradecerle esa suerte que me ha otorgado". La película es un relato sobre cómo los sueños pueden hacerse realidad. A esto el actor se refiere así: "Mi historia como se transmite en la película creo que puede llevar la esperanza a muchas personas, la idea de que todo es posible. Solo tú puedes ser tu mayor impedimento, así que nunca hay que pararse a pensar eso y decir: nunca digas nunca".
El popular cantante no se ve como un juguete roto, como le pasó a otras estrellas promiscuas como Lindsay Lohan o Marisol: "Creo que tengo la cabeza bien sentada y sobre todo tengo el apoyo de las personas que me rodean, que son muy buena gente. Tengo los pies en la tierra, voy a un lugar seguro y bueno. Cometeré errores como todo el mundo, pero en mi opinión tengo bien encauzadas las cosas". El cantante admitió que 'Never Say Never' no va a ser su única incursión en el cine: "Lo he pensado y en un futuro no muy lejano pienso seguir explorando mi faceta como actor. No he hecho todavía muchas cosas, pero quiero ver que puedo dar en ese sentido".
En el documental, vemos cómo el artista se ve obligado a posponer algunos de los conciertos de su gira: "A mí me encanta actuar, y pensar que se podía anular ese concierto era muy duro para mí. Pero al final no se canceló, sino que simplemente se pospuso. Era duro porque había mucha gente que había comprado sus entradas hace mucho tiempo y me hacía sentir mal. Pero situaciones así te obligan a hacerte más fuerte, de alguna manera".
Bieber se despidió agradeciendo a la prensa su asistencia a su comparecencia, y recibiendo insultos, de nuevo, a la salida por no pararse, al abandonar la sala, a posar ante los medios gráficos. Tras unos minutos de espera, los periodistas salimos del recinto escoltados por unas fuertes medidas de seguridad para evitar el asalto de las admiradoras, entre la indignación de unos y la perplejidad de otros.
Tomás Andrés