Cuando terminó el rodaje de 'Casual Day', Max Lemcke te ofreció un papel para su próxima película '5 metros cuadrados', ¿qué te atrajo del proyecto cuando aceptaste participar en él?
Había trabajado con Max en 'Casual Day' y conocía cómo escribían los hermanos Remón. Así que cuando Max me propone participar en el proyecto y me dice que son los mismos guionistas, aunque todo estaba en el aire todavía porque no había dinero, y que le gustaría que participara en él, le miré y le dije que no me hacía falta leer el guión para aceptar el papel. Más tarde leí el guión, que se devora, no se lee, y ahí comenzó todo. Esto fue hace ya cinco años, porque tardamos bastante en conseguir el dinero, y gracias a Isabel [García Peralta], una productora muy joven y muy valiente, que de repente se animó a subirse en esta loca aventura del cine, y a la que todos estamos muy agradecidos.
¿Qué sentiste al enterarte que Fernando Tejero iba a participar en el proyecto?
Alegría. La verdad es que trabajar con Fernando es muy bueno, está muy bien porque ya nos conocemos y sabemos de qué pie cojeamos y cuáles son nuestras neuras, nuestras inquietudes, nuestros miedos. Además, nos hemos formado en el mismo lado, hablamos el mismo idioma, en definitiva, congeniamos a la perfección y hay todo un camino que ya está hecho, que hace que todo sea más fácil.
¿Cómo es Virginia, el personaje que interpretas?
Virginia es una mujer bastante normal, con sus deseos, con sus sueños, a quien le hace especial ilusión casarse de blanco y hacer el paseíllo nupcial del brazo de su padre para encontrarse con el amor de su vida que es Álex, tener su casita, su cocinita, con sus hijos... El problema es que todo eso se trunca a medida que avanza la película. Todo el dinero que tenían y toda la ilusión se desmorona como un castillo de naipes a medida que van descubriendo que todo lo que les habían prometido y el hogar que habían comprado nunca llega.
Para prepararte el papel, ¿hablaste con alguna persona afectada por un problema similar?
Es muy triste pero fue muy fácil. Cuando leí el guión y supe que iba a interpretar esta historia, empecé a bucear en Internet y no te puedo explicar la cantidad de páginas y páginas que recogen historias similares: gente que ha perdido su casa, su trabajo, a la que le prometieron que le darían el piso en 2 años y fueron 10, o que le dan su casa y está en mal estado. Es muy triste, pero no tuve que indagar demasiado porque estaba todo ahí, en el telediario, en los periódicos, lo teníamos todo al alcance de la mano.
¿Qué mensaje quiere transmitir '5 metros cuadrados'?
No sé si tiene mensaje. Para mí es como si cogieras un rotulador amarillo fosforito y pusieras bien subrayado este hecho. Creo que es importante que no lo olvidemos, que sepamos que está pasando, que ha pasado y que seguirá pasando, y que, por lo menos, tengamos la oreja abierta ante esta problemática y que nos puede pasar a cualquiera. Lo que más me gusta de la historia no es que alguien robe a alguien sino que el damnificado no pueda recurrir a ningún lado para que le ayuden. Y eso me indigna muchísimo, que estemos absolutamente desamparados.
Después de haber rodado esta película, ¿ves desde otra perspectiva la crisis inmobiliaria?
Sí, cada vez que te proponen un proyecto y empiezas a bucear en cada una de las problemáticas que tienes que interpretar, empiezas a mirar desde otro lado. Lo bueno de la película es que es un conflicto extrapolable a otras tantas injusticias. También es una película que habla del tema de la violencia, que se llega a entender, no la justifico pero la entiendo. Entiendo cómo ante un atropello tan atroz y tan impune, y de una manera tan descargada, se permita y se consienta. Cuando a una persona de lo más normal empiezan a volverle loco, a marearle y hacen que pierda todo lo que quiere, todos sus sueños, entiendes que le pueda meter una bofetada a otra persona.
Después de la fantástica acogida del público en el pasado Festival de Málaga, ¿cómo esperas que reaccionen los espectadores que vean la película?
Creo que la curiosidad está, de entrada, por muchos motivos: no sé si por Fernando, por mí, por vernos otra vez juntos, o por Max, que ya tiene su club de fans, o también por el tema que trata... Creo que tiene muchos ingredientes que lo hacen atractivo para por lo menos tener la curiosidad de ir al cine y comprar una entrada. Espero que la disfruten y que salgan con la idea de que esto está aquí y ahora.
Fernando Tejero y tú siempre habéis estado ligados a la comedia, ¿no te da miedo que el público crea que '5 metros cuadrados' es una película cómica?
Tanto Fernando, Max y yo estamos haciendo una gran labor de promoción, y desde Málaga lo venimos diciendo. Queremos ser sinceros y no engañar a la gente, porque es un arma de doble filo que puede volverse contra nosotros, contra la película, si prometemos algo que no vamos a ofrecer. No queremos ser como los corruptos de la historia. Estamos tratando de ser sinceros y de contar que es una película que trata de este tema aunque hay partes de humor, porque yo creo que algunos diálogos e imágenes están marcadas por un humor negro y un poco descarnado, que te pueden provocar una cierta sonrisa. Ahora, no es una película de carcajada y en ciertos momentos se vuelve algo dura, pero muy interesante de ver.
¿Qué te resulta más complicado, interpretar un papel cómico o un dramático?
Lo más complicado es tratar de defender lo indefendible cuando te llegan historias y piensas en cómo vas a contarlo. Entonces te tienes que hacer películas infinitas en la cabeza, tratar de justificarte a ti como actriz, cómo llego hasta este punto, cómo lo defiendo... Eso es lo difícil. Cuando tienes un buen guión, sea comedia, sea drama, y un buen capitán que te sepa guiar se hace todo mucho más fácil.
'5 metros cuadrados' suena como una de las favoritas para la próxima edición de los Goya, ¿cómo la ves tú?
Prefiero no pensar. Ojalá la tengan los académicos en cuenta, porque eso sería bueno para la película, pero ahora lo importante es que el día 11 del 11 de 2011 la gente tenga la curiosidad y las ganas de ir al cine, y luego lo que venga bienvenido será.
Si te tuvieras que quedar con cinco metros cuadrados, ¿cuáles serían?
Una bañera calentita, ahora que es invierno... cinco metros cuadrados de hidromasaje, sales, etc.
Lorena Vialás