De actriz prácticamente desconocida a fenómeno de la temporada. Rooney Mara se ha convertido en un auténtico torbellino cinematográfico gracias a su interpretación de uno de los personajes más icónicos de los últimos tiempos: Lisbeth Salander, la heroína de las novelas del sueco Stieg Larsson. Un cambio de estética radical y la demostración de que se le puede dar la vuelta a cualquier papel para transformarlo y hacer algo diferente con él, han permitido a esta menuda y frágil actriz devorar con su talento la pantalla. Su apariencia de niña tímida no fue óbice para que demostrara su inteligencia y buen gusto durante el encuentro que tuvimos con ella en el Hotel Villamagna de Madrid.
David Fincher contaba que, para preparar el personaje, desapareció cinco semanas en Estocolmo y que cuando volvió ya se había convertido en Lisbeth Salander. Una de las cosas que le indicó fue que aprendiera a caminar como un chaval de catorce años. ¿Cómo fueron esas cinco semanas de asilamiento en Estocolmo?
A lo largo de esas cinco semanas empecé mi entrenamiento. Hice muchas actividades, algunas físicas como hacer kickboxing, montar en moto, aprender a patinar… pero trabajé también mucho el acento, la informática. Investigué por mi cuenta, visité los lugares de las novelas escuchando música, vi también muchas películas. Y pasé también mucho tiempo a solas.
¿Qué clase de música escuchabas? ¿Qué películas viste para inspirarte?
Vi muchas películas, me cuesta recordar todas. Vi muchos documentales sobre violencia contra mujeres. 'Irreversible' de Gaspar Noé, 'Kids', de Larry Clark… En cuanto a música escuché lo que me había enviado David. También Lykke Li, Radiohead, Nico Vega…?
Entre esas películas, ¿vio la trilogía anterior?
Vi la primera película pero meses antes de hacer la prueba y mucho antes de leer los libros y de saber que haría la versión americana.
Sobre la brutal escena de la violación. ¿Qué pautas le dio Fincher para realizar una escena tan dura?
No dio pauta en esa escena. Pero sí hablamos muchísimo durante meses sobre esa escena, horas y horas. Hablamos y discutimos de lo que podría suceder porque sabíamos que era una escena fundamental en la trilogía y queríamos hacerla bien y de la manera más respetuosa posible. No se puede dar demasiadas pautas para una escena así ni como actor prepararla demasiado, sencillamente se trata de conocer a tu personaje y ver cómo va a reaccionar ella. Supe que en algún momento de esa escena ella se debía desvincular de todo lo que está sucediendo, y sabía que desde niña estaba sufriendo el abuso sistemático de diferentes personas de la sociedad. Por eso, cuando grita no lo hace pidiendo ayuda o con esperanza de que alguien venga a rescatarla. Es básicamente el gripo de un niño cuando está fuera de sí, fuera de control. Así que desde el principio lo discutimos y lo hablamos mucho porque sabíamos lo importe que era ese momento.
Tras hacer un personaje tan siniestro y oscuro, ¿se ha quedado algo del personaje en su día a día?
Pues no lo sé. Sé que hay partes de mí que tenía en común con ella que siguen estando ahí y quizá aún más acentuadas. Y sí sé que he aprendido mucho de esta experiencia, que ha sido una experiencia tremenda, de Salander, de David, pero me cuesta mucho ponerlo en palabras, saber cómo he cambiado yo y qué me llevo de ella.
En ese sentido, ¿qué aspectos te interesaban más del personaje?
Todo me resulta interesante de ella. Es una persona que te engancha precisamente por lo contradictoria que es. Por un lado, es muy agresiva, muy fuerte, pero por otro lado es tan vulnerable como la que más. Es una brillante hacker informática con una memoria fotográfica increíble pero por otro lado es como una niña en el plano emocional, como una niña de doce años que ha dejado de madurar. En su inteligencia emocional es una persona interesante porque es impredecible, nunca saber por dónde va a salir.
David Fincher ha dicho que compartes con el personaje ese grado de timidez y de asilamiento de la gente, ¿está de acuerdo? ¿Se identifica con eso?
Sí, creo que es verdad, es cierto lo que dice. Ambas somos muy tímidas, mantenemos mucho la distancia y nos cuesta mucho coger confianza y mantener cierta calidez.
¿Cómo se enfrentó al increíble cambio físico que tuvo que efectuar para interpretar su papel?
Pues realmente no tuve que afrontarlo de ninguna manera porque me sentí realmente emocionada, preparada y feliz. Era algo que tenía que hacer como parte de mi trabajo y no me incomodó.
¿Cómo ha sido su relación con Daniel Craig?
Creo que es genial. Es increíble en esta película. Su personaje encaja perfectamente con él, nunca le hemos visto en nada igual. Es un actor muy generoso, muy dadivoso, siempre me sentí muy segura y arropada por él.
Ha trabajado con Fincher en 'La red social' y ahora en 'Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres'. Normalmente realiza películas muy violentas, ¿trabajaba de manera diferente en 'La red social'?
Solo trabajé cuatro días con él en 'La red social' y no tengo una experiencia plena de cómo fue como director entonces. Pero me atrevería a decir que no, que David es como es y que siempre es así y que su método es el mismo, que es fiel a su manera trabajar y que ya tiene establecida su manera de trabajar y que no la varía dependiendo del contenido. Su método es siempre su método.
¿Y cuál es su método?
Deberíamos preguntárselo a él; me parecería una falta de respeto resumirlo en unas cuantas frases.
¿Puedes decirnos algo sobre tus próximos proyectos? ¿Es verdad que estás trabajando con Terrence Malick?
Pues sí espero hacerlo a finales de año, pero por ahora no tengo nada firmado por lo que espero que sí salga algo.
En unas semanas son las nominaciones a los Oscar. ¿Es consciente de que para gran parte de la crítica ya está nominada?
No sé si es cierto porque hay tantísimas interpretaciones femeninas asombrosas este año que no es para mí realmente una expectativa. No sé qué le deparará a esta película, pero lo que sí se es que David ha realizado un trabajo asombroso y que merece atención y reconcomiendo. Pero como te digo, no es para mí una expectativa dada las interpretaciones femeninas que hay este año.
Beatriz Martínez