Desde que rodara 'Malditos bastardos' a las órdenes de Quentin Tarantino, el nombre de Michael Fassbender está en boca de todos. Y no es para menos, sólo el pasado año el actor alemán protagonizó cinco largometrajes: 'Jane Eyre', 'X-Men: Primera generación', 'Un método peligroso', 'Indomable' y 'Shame'. Este último, es sin duda uno de sus trabajos más controvertidos. En la cinta dirigida por Steve McQueen, interpreta a un a un adicto al sexo que busca tener relaciones de cualquier tipo, siempre y cuando no despierten en él ningún tipo de sentimiento emocional.
Gracias a su magistral actuación, Fassbender se alzó con la Copa Volpi al mejor actor en la última edición del Festival de Venecia. Sin embargo, y pese a estar nominado a los Globos de Oro, el actor no ha logrado colarse entre los candidatos al Oscar a Mejor Actor. Una polémica ausencia que tendría que ver con la temática de su película, algo que en Estados Unidos no parece haber convencido demasiado.
A principios de agosto, Michael Fassbender estrenará su última película, 'Prometheus', la cinta de Ridley Scott, co-protagonizada por Charlize Theron. Ese mismo mes, volverá a ponerse a las órdenes de Steve McQueen en 'Twelve Years a Slave', junto a Brad Pitt.
¿Es este su momento?
Bueno, en este momento en particular, para ti sí lo es (risas). En serio: la única expectativa que tengo es la de tener trabajo por muchos años. Aunque también he de decir que me siento muy orgulloso de a dónde he llegado, de todo el trabajo que he realizado.
En 'Shame' repites con Steve McQueen, ¿cómo definirías su trabajo?
Es bastante complicado definir el trabajo de Steve, casi tanto como explicar la relación que tengo con él. Desde mi punto de vista puedo asegurar que es fantástico trabajar con él, porque es una persona muy honesta, muy humilde. Es un hombre tremendamente empático, el ama a los hombres y trata de entender la naturaleza humana y las relaciones que establecemos los unos con los otros. Una de sus máximas virtudes es su agudeza y calado a la hora de plantear preguntas; caso de la enfermedad que tiene mi personaje en 'Shame'. Steve es muy valiente y no elude los temas espinosos. A nivel personal sí puedo asegurar que trabajar con él es un placer, es un hombre muy divertido, muy audaz y con un talento innato innegable. Además él dedica mucho tiempo y trabajo a hacerte partícipe del proyecto, no sólo a mí, sino a todos los miembros del equipo.
Steve McQueen ya ha dicho que no va a cortar ninguna escena de la película, aunque eso signifique una calificación restrictiva para la película. ¿Cómo ve el tabú que existe en los EEUU en lo que se refiere al sexo en las películas?
No lo sé. Igual deberías preguntar a alguien americano. Creo que es algo ridículo, estúpido. En el cine americano no existe ningún problema a la hora de retratar la violencia más cruel, ¡pero intenta sacar un pene en tu película! ¿Cuántas películas has visto en las que cosen a balazos a la gente? ¿Cuántas cuerpos decapitados nos ha enseñado Hollywood? Soy incapaz de comprender esta doble moral. SHAME plantea temas bastante profundos e interesantes tales como qué papel juega el sexo en el mundo y cuál es la interrelación que surge entre las personas a través de él. Si tu niegas esa realidad, si se impide que eso se represente, es un acto de hipocresía, es mirar hacia otro lado y tratar de ignorar el problema.
Su personaje toca fondo en la película, ¿cómo se preparó para ello?
La preparación es siempre la misma: tratar de introducirte al máximo en lo que dice el guion. Se tiene que leer una y otra vez el texto hasta que lo asimilas a la perfección. Para mí hay algo muy importante y es lograr integrarme en el perfil físico del personaje. Considero el trabajo con el cuerpo algo vital, por que si consigues hallar la línea física del personaje tu presencia gana muchos enteros en pantalla. Y es que a veces con un gesto logras transmitir más que con diez líneas de diálogo.
Su personaje, Brandon, es adicto al sexo, pero sería igual de válido para el juego, la bebida, las drogas…
Creo que la película de lo que habla es de la confusión existencial individual. En como las personas se bombardeadas continuamente con mensajes imperativos: "este es el coche que tienes que conducir", "esta es la ropa que tienes que llevar”, “esta es la gente con la que tienes que relacionarte”, “este es el sitio al que tienes que ir"… es demasiada información, demasiada presión. En la actualidad estás en constante contacto con todo el mundo: llamadas, mensajes, Facebook, Twitter… es decir, te comunicas con la gente pero de una forma muy distante. Ya no hay contactos íntimos y/o sensibles. Cada vez resulta más difícil que una persona se reafirme en su condición porque los inputs sociales no dejan de agredirle, de decirle cómo debe ser. Eso somete al individuo a una búsqueda frenética que puede terminar en alienación. Eso es lo que le ocurre a Brandon y por lo que mucha gente logrará conectar con él, aunque no tenga nada que ver con el contexto sexual, sino con la confusión vital.
¿Te da miedo que los fans de los 'X-Men' vean 'Shame' y se asusten? Que griten: "¡Mamá, ¿qué está haciendo Magneto?!"
Bueno, no me toca a mí preocuparme por ello. Habría que ver que piensa la productora… No, en serio, yo no me vendo como un producto, no existe la marca "Michael Fassbender". Otra cosa es que algo de eso se produzca de forma natural (o que los Estudios traten de forzarlo), pero jamás ha sido esa mi intención. Mi trabajo es el dar vida a personajes, el de ser capaz de vender una historia. Y a eso me dedico. Lo que luego la gente piense de mí… es irrelevante.
En 'Un método peligroso' dabas vida al psicólogo Carl Gustav Jung, ¿qué tratamiento crees que Jung le mandaría seguir a Brandon?
Jung habría dicho: "¡Ve a ver a Freud!”" (risas)
¿Es pronto para pensar en el Oscar?
No debo pensar en esas cosas o… ¡empezaré a volverme loco! Aquí lo que importa es el público, es en lo único que un creador debe pensar y es ahí dónde debe encontrar todas sus satisfacciones. Sin olvidar nunca que no hay que tener miedo a la hora de embarcarse en proyectos, si uno elimina su capacidad para asumir riesgos empezará a tener problemas. Lo contrario: la fama, los premios… no creo que hagan ningún favor a nadie.
Alejandro G. Calvo