Idris Elba saltó a la fama gracias a su papel de Russell "Stringer" Bell en la serie de televisión de HBO 'The Wire', durante las tres primeras temporadas. Pero también son destacables algunos papeles que el actor ha interpretado en películas como 'American Gangster', 'RockNRolla', 'Thor' y 'Ghost Rider. Espíritu de venganza'. Actualmente, Elba encabeza el reparto de la serie británica de la BBC 'Luther', en la que se mete en la piel de un detective de homicidios.
Sin embargo, el proyecto más ambicioso del actor es la cinta de ciencia-ficción 'Prometheus', en la que vuelve a ponerse a las órdenes de Ridley Scott. En la esperada película, en la que comparte cartel con Charlize Theron, Noomi Rapace y Michael Fassbender, Idris Elba interpreta al capitán Janek, el piloto de la nave Prometheus, cuya misión es llevar a un grupo de científicos a investigar la posible vida extraterrestre que pueda existir en el universo.
Desde el plató de los estudios Pinewood, el actor ('Pacific Rim') nos contó, por vía de Joe Utichi, sus reflexiones sobre su papel, y quiso dejar claro, como ya lo hizo en su día Ridley Scott, que 'Prometheus' no es una precuela de 'Alien, el octavo pasajero'.
Aun habiendo trabajado con Ridley Scott anteriormente, ¿fue emocionante recibir una llamada diciendo que quería hacer otra película de 'Alien'?
Sin duda alguna. Me encanta trabajar con Ridley, y su regreso a un género en el que todo el mundo quiere verle es emocionante. Me apasiona poder formar parte de esto.
¿Cómo le describió el proyecto?
Me llamó y me dijo que le gustaría que participase en la película, y me mandó el guión. Hablamos por teléfono sobre cuáles eran sus ideas para el personaje, y en realidad fue todo bastante sencillo. Desde luego él estaba muy entusiasmado y motivado con la realización de esta película, y lo noté enseguida.
¿En ese momento era todavía una precuela de 'Alien, el octavo pasajero'?
La palabra Alien no surgió en ningún momento, y realmente no ha surgido nunca. La única vez que Ridley, más o menos, las comparó fue cuando explicó que el ADN de Alien indudablemente había dejado huella en esta película. Eso es evidente en el guión, pero en realidad no hablamos de 'Alien' en absoluto. Esa película ya está hecha, pero esto es algo distinto. Ese era su punto de vista, que estábamos haciendo algo diferente.
Ridley Scott ha dirigido dos de las películas de ciencia ficción más importantes de todos los tiempos. ¿Existe un sentimiento añadido de responsabilidad, además del hecho de trabajar con él, por ayudarle a crear una tercera?
Uno siempre tiene la responsabilidad de garantizar que se presenta en el rodaje y que el personaje al que interpreta toma vida por completo. No creo que un actor pueda responsabilizarse en cuanto a la jerarquía de la película. Puede que él sí, pero incluso en su caso lo dudo. Tener esa visión es más propio de las personas que disfrutan las películas que de quienes las hacen. Nuestra responsabilidad es hacer una buena película y ser lo más artísticos y valientes que podamos. Y Ridley es sin duda uno de los cineastas más valientes. Lo sabemos por su historial. Pero él nunca deja que eso dicte lo que va a hacer a continuación, y a nosotros, los actores, no nos afecta respecto a lo que hacemos. A pesar de todo, estoy seguro de que los seguidores esperan mucho, y yo quiero complacerlos, no decepcionarlos. La verdad es que no quiero decepcionarlos nunca, haga lo que haga.
Janek parece un poco más tranquilo que algunos de los tripulantes. ¿Qué piensa del personaje?
Es un técnico. Trabaja en unas naves enormes que realizan viajes espaciales de larga distancia. Es el capitán de la Prometheus y no hay mucho más que contar de él. Es como un estibador. No creo que oculte ningún misterio y, además, ¿por qué iba a ocultarlo? Su trabajo es bastante sencillo. Tiene un carácter y una personalidad que se irán revelando a lo largo de la película. Sin embargo, su función en la nave es hacerla volar y llegar del punto A al punto B. No está demasiado implicado en las intrigas que surgen en la película.
¿Así que, está ahí por la paga?
Le interesa lo que ocurre en la nave porque eso afecta a todos los que van en ella, pero sí, su trabajo es esencialmente llevar a todo el mundo al destino. Se trata de una misión, y él es básicamente los ojos de ese vehículo. Ocurren cosas que afectan a todo el mundo de un modo u otro, y, ya que es el hombre que debe manejar la nave, tiene ciertas responsabilidades que acatar y cumplir. Lo he pasado de maravilla interpretando el papel, y no tenía que ser algo complejo, pero ha sido muy agradable. No es un papel grande ni pequeño, es simplemente un papel estupendo. Es un personaje que, en mi opinión, desempeña una función muy importante en la película.
¿Le atrajeron los temas de la película?
Supongo que, de algún modo, todos nos preguntamos en qué nos convertiríamos o qué haríamos si nuestra existencia como seres humanos se viera cuestionada. ¿Cómo lo afrontaríamos? Eso forma parte sin duda del ADN de todas las películas de Ridley. Observa la existencia humana y cómo saldríamos adelante en situaciones extremas y, en ocasiones, extrañas. Creo que esta película no es una excepción. Para mí, sin duda lo importante es analizar qué experimenta el capitán Janek, qué le dicta su ética y qué debería hacer. Nunca he pilotado una nave espacial, ni siquiera he estado a bordo, pero durante esta experiencia he llegado a comprender lo que haría si me encontrase en ese mundo, volando en un aparato, y ocurriese algo tan extremo como lo que le pasa a esa gente. Para mí, como actor, eso es algo realmente fascinante y atractivo. Supongo que los guionistas lo pasaron en grande explorando las posibilidades, y yo lo he pasado genial interpretándolas.
¿Cree que el hecho de tener un interés personal por esos conceptos le aporta más herramientas?
Creo que a Ridley le gusta trabajar con actores y confiar en nuestros instintos, ponga lo que ponga en el guión. Realmente se alimenta de instinto, y su posición respecto a la mayoría de actores que le gusta ver es distinta. Eso le permite continuar creando en la sala de montaje. Todos somos diferentes y obramos de forma distinta todos los días. Hoy estoy buscando aparcamiento, por fin encuentro uno y no llevo monedas encima. No me enfado demasiado, pero cualquier otro día puede que me cabree mucho. Eso son dos posiciones distintas. En la sala de montaje, el sueño de todo director es tener la oportunidad de seguir creando y haciendo avanzar su historia.
Con unos decorados tan increíbles como el del puente, no puede haber sido muy complicado interpretar a un capitán espacial.
Desde luego. Eso facilita que demos vida a los personajes. Se ha cuidado cada detalle, y muchos objetos funcionaban. Yo sería incapaz de hacer volar una nave espacial aunque de ello dependiera mi vida, pero gracias a esos detalles puedo sentarme ante un panel que funciona de verdad. Aprietas un botón y pasa algo, aprietas otro y pasa algo distinto… Y lo bueno de Ridley es que lo sabe todo acerca de la nave. La ha diseñado en su mente, y por eso es un director tan especial.
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