¿Qué pensaste cuándo te dijeron el casting de la película?
Bueno, de hecho me consultaron qué actores me parecerían los idóneos para la película. Creo que soy el autor más afortunado en lo que se refiere a los casting de las películas basadas en mis libros. Como mis libros no forman parte de franquicias como Harry Potter o Spider-man, cada película debe aguantarse por sí sola, de ahí que la elección de los actores es básica. Pero he tenido la suerte de poder contar con estrellas de la talla de Kevin Costner, Rachel McAdams, Ryan Gosling, Liam Hemsworth… ¡He sido muy afortunado!
¿Entonces Zac Efron fue tu primera opción para interpretar a Logan?
Tenía muchos puntos a favor, como su juventud: hay que pensar que los marines raramente pasan de los veinticinco años. Además necesitábamos a un actor que no fuera un enclenque, que fuera alguien fuerte. Y él daba el pego perfectamente como marine, de hecho, cuando rodó la película tenía la edad exacta para mi personaje. Él tiene algo que muy pocos actores tienen, es una esencia que se entrevé detrás de las imágenes, como un James Stewart moderno.
¿Cuál fue tu nivel de implicación durante el proceso de creación de la película?
No estoy acreditado ni como guionista ni como productor ejecutivo… ¡aunque sí ayudé en ambas tareas! (risas) No creo que la función del escritor sea la de meter la mano en todos los aspectos del rodaje de una película, para eso ya está el productor. De lo que te tienes que ocupar, principalmente, es que el guionista elegido para adaptar tu texto sea el idóneo. Y luego participar en todas las charlas a las que te inviten, ayudar a solucionar dudas, crear vectores direccionales señalando hacia dónde debe ir tal o cual escena, ayudar a explicar a los demás las motivaciones de un personaje concreto. Ayudar, en definitiva, a que la película se desarrolle con fluidez sin alejarse de la idea inicial.
¿Cuándo escribes una novela ya estás pensando en la película que se podrá hacer con ella?
Cuando escribo, no. Pero cuando ya se ha acabado la novela: sin duda. Quiero hacer cosas interesantes y originales y entra dentro de mis funciones el estar preparado para que el libro se convierta en algo más grande. Quizás si no pensara en eso haría otro tipo de historias, probablemente menos originales. Pero el hecho de tener en el subconsciente que se puede hacer una película con uno de mis textos me obliga a redoblar mis ambiciones, a ser más creativo. Porque al final el trabajo del escritor es siempre el mismo, estás tú y la hoja a rellenar con tus historias.
¿Cuál es la adaptación cinematográfica que más te ha gustado de tus novelas?
Empecemos por las películas. La que más veces habré visto es 'Un paseo para recordar (A Walk to Remember)', hay que entender que soy un padre de familia y no todas las películas son "aptas" para mis hijos e hijas. Así que la que más veces pongo en casa es la que sí pueden ver y ese es el caso de 'Un paseo para recordar (A Walk to Remember)'. Aunque la que más me gusta, la que creo que se convertirá en un clásico del cine, es 'El diario de Noa (The Notebook)'. Es la película que más éxito me ha reportado, en los EEUU no deja de reponerse en la televisión por cable.
¿Cuál dirías que es el secreto para realizar una buena adaptación?
El secreto reside en que la película debe conservar el espíritu y las intenciones de la novela. Hay que entender que el material de base debe condensarse porque una película no debe durar más de dos horas o, como mucho, dos horas y media. Así que hay que tener mucho cuidado a la hora de decidir qué personajes se pueden quedar fuera y cómo afectará a la narración principal dichos hechos. Una vez tienes claro el ejercicio de condensación y el tema de los personajes ya sólo te queda rodearte de buenos profesionales, empezando por un muy buen director y luego ya siguen los guionistas, los actores, el director de fotografía…
¿Dirías que 'Cuando te encuentre (The Lucky One)' es una novela política?
En absoluto. Está claro que abordo el tema de la guerra, pero sólo hay que entenderlo como un contexto dramático. Jamás me he pronunciado en mis libros en términos políticos. Mira, en EEUU, básicamente, hay dos partidos políticos y nunca jamás me habrás escuchado decir si he votado a uno o a otro. Nadie lo sabe. Sólo yo, claro.
Alejandro G.Calvo - Londres 23/04/2012