Quizás exagero con el titular: no creo que pueda existir decepción cuando las expectativas eran bajas ya de entrada. Y eso que el material de base, la novela "The paperboy" de Peter Dexter, tiene los suficientes elementos de interés como para que su adaptación cinematográfica pudiera llegar a ser un film de envergadura (de hecho, Pedro Almodóvar fue uno de los nombres ligados al proyecto durante años). Así con un reparto hecho por un adicto al LSD –Zac Efron, Matthew McConaughey, Nicole Kidman, John Cusack-y con el director de la infumable 'Precious (Precious: Based on the Novel 'Push' by Sapphire)', el norteamericano Lee Daniels, al mando del proyecto, lo que ha quedado de 'The Paperboy' es una película que hace de su feísmo una bandera y de la acumulación de excesos su principal rasgo narrativo. La historia versa alrededor del esclarecimiento de un asesinato en las pantanosas afueras de Miami: ahí un grupo de variopintos personajes intentarán demostrar la inocencia del preso al que da vida John Cusack para así librarle de la pena de muerte. Plagada de momentos de gran violencia y de alta furia erótica, la película naufraga por el horrible quehacer de Daniels en la dirección; y es que el cineasta afroamericano trata de resultar siempre más llamativo que la propia acción, de ahí que la película sea de un barroquismo esperpéntico, cargada de sobreimpresiones, imágenes difuminadas y una luz abrasiva que quema los fotogramas. Una pena porque lo cierto es que los actores de la película -no contamos a Zac Efron, que aparece todo el rato en calzoncillos y con cara de "¿qué estoy haciendo aquí?"- están realmente bien. Empezando por Matthew McConaughey que sigue en racha tras 'El inocente (The Lincoln Lawyer)' y 'Killer Joe' y, claro, una explosiva Nicole Kidman, que se mueve entre la interpretación suicida y el abismo de la vergüenza, en un papel donde explota su sexualidad al máximo –la secuencia en la que finge un orgasmo para contentar al preso al que da vida John Cusack es lo mejor (y lo más bizarro) de la película-, normal que la ésta vaya a ser considerada un escándalo en los EE.UU. Pero bueno, lo dicho, todo intento de los actores por hacer creíble la obra, se queda en agua de borrajas ante la inutilidad de Lee Daniels tras la cámara. Una pena.
Paperboy
Kylie Minogue ayer estuvo en La Croisette presentando 'Holy Motors' (en la foto con Dennis Lavant)
Una de las sorpresas del festival ha sido del retorno del realizador italiano Bernardo Bertolucci tras nueve años en el dique seco. El veterano cineasta (72 años) , autor de algunas de las películas más importantes de la historia del cine europeo -de 'El último tango en París (Ultimo Tango a Parigi) a '1900 (Novecento)' pasando por 'La estrategia de la araña (Strategia del ragno)'-, ha presentado en Cannes fuera de concurso 'Io e te', una película pequeña e intimista con ecos directos al cine de la nouvelle vague -de hecho el plano que cierra la película es un homenaje directo a 'Los 400 golpes (Les Quatre cents coups)'-. La película cuenta, básicamente, con dos personajes y un único escenario para desarrollar la acción: dos hermanastros se encuentran, después de estar años separados, escondidos en un sótano durante un fin de semana; él huye de los compromisos sociales de un viaje escolar, ella un refugio donde poder liberarse de su adicción a la heroína. Bertolucci consigue erigir un bello relato de amor fraternal entre dos losers vitales sin realizar ni grandes discursos argumentales ni utilizando aparatosos recursos formales. ‘'Io e te' es una película pequeña, con cierta belleza y realizada con un indudable amor por el cine. No es que trascienda e, indudablemente, posee varios defectos propios de la escritura afectada del Bertolucci de 'Belleza Robada (Io ballo da sola)', pero todo eso acaba importando poco ante lo bien que fluye la emoción entre la película y el espectador. Además cuenta con un momento bien bonito para el recuerdo: el baile de la pareja al son de la versión italiana del "Space odissey" que David Bowie grabó para el Festival de San Remo.
Bernardo Bertolucci (en silla de ruedas) junto a sus actores: Tea Falcoa Falco y Jacopo Olmo Antinori
Io e te
Cerramos con otro desmadre de la competición oficial, 'Post Tenebras Lux (Post Tenebras Lux)' de Carlos Reygadas. Como el lector se podrá hacer la idea por el humilde título que el cineasta mexicano ha puesto a su última obra, ésta no es más que un exceso tras otro en aras a conseguir la gran película jamás filmada. Está claro que visto como la crítica le azuzó por querer copiar a Dreyer (sin conseguirlo) en su anterior (y epatante) película, 'Luz silenciosa (Stellet Licht)'; en esta ocasión Reygadas se pone más moderno y vuelca su hoja de papel carbón sobre la obra del tailandés Apichatpong Weerasethakul (con una aparición de un demonio con rabo y testículos como desencadenante de la acción). 'Post Tenebras Lux (Post Tenebras Lux)' más que contar una historia es una plasmación de poderosas imágenes (eso nadie se lo va a negar) alrededor de una familia sobre la que se desencadenará una tragedia. Para ello el cineasta toma una opción estética insólita: vuelva los márgenes del encuadre borrosos de tal forma que la imagen en ese arco se desdobla y ensucia; para que se me pueda entender, es como ver una película en 3D sin tener las gafas polarizada puestas. Reygadas regresa a un territorio que ya tocó en 'Batalla en el cielo', el de la lucha de clases, representando a los poderosos como un conjunto de seres egoístas y pedantes -hay una escena con una orgía realizada por burgueses franceses en que las habitaciones tienen nombres de filósofos y escritores, "la habitación Hegel", "la sala Rimbaud", etc...-, pero en general mostrando crueldad hacia todos los personajes. La película es una catástrofe a no ser que te la tomes con el máximo sentido del humor posible. Entonces sí que podrían aparecer trazos de una comedia involuntaria, un poco a lo Monty Python (el plano final es de órdago, en el buen sentido), en el que se incluiría una horrorosa interpretación al piano del "It’s dream" de Neil Young. En fin.
Música de fondo: Ahmad Jamal
Alejandro G.Calvo
+ Todas las crónicas de Cannes 2012 by Alejandro G. Calvo
Día 1: Wes Anderson abre Cannes con 'Moonrise Kingdom'
Día 2: Jacques Audiard y Marion Cotillard se ahogan con 'Rust and bone'
Día 3: Vuelve el mejor Michel Gondry con 'The we and the I'
Día 4: Conmoción en Cannes por el desnudo de Jessica Chastain en 'Lawless'
Día 5: Michael Haneke y su canto a la vida en 'Amour'
Día 6: Trío de ases: Abbas Kiarostami, Hong Sangsoo y Alain Resnais
Día 7: La reinvención del noir en tiempos de crisis por Andrew Dominik y Brad Pitt
Día 8: De la corrección de Walter Salles ('On the road') a la locura de Leos Carax ('Holy motors')
Día 9: La pedrea de la Sección Oficial: Carlos Reygadas y Lee Daniels
