Cuando The Walt Disney Company compró Lucasfilm por 4.000 millones de dólares, la productora de la franquicia Star Wars, cuya nueva trilogía está en pleno desarrollo (Star Wars: Episode VII), confiaba en que la mayoría de sus filiales se mantuvieran intactas, incluyendo LucasArts, la división de videojuegos responsable de las sagas de Monkey Island, Indiana Jones y Star Wars. Sin embargo, la Casa del Ratón Mickey ha anunciado recientemente que ha cerrado la empresa de videojuegos, despidiendo, así, a aproximadamente 150 trabajadores. Además, dos de los proyectos en los que estaban trabajando, Star Wars: First Assault y Star Wars 1313, han sido cancelados.
"Después de evaluar nuestra posición en el mercado de los videojuegos, hemos decidido que LucasArts pase de un desarrollo interno a un modelo de licencia, minimizando el riesgo de la compañía, mientras se alcanza una mayor calidad en los juegos de Star Wars", declaró la compañía. "Como resultado de este cambio, ha habido despidos en toda la organización. Estamos muy agradecidos y orgullosos del talento de los equipos que han desarrollado los nuevos juegos", concluye el comunicado, haciendo referencia a los proyectos cancelados.
Una noticia que nos ha pillado a todos por sorpresa, sobre todo después de que George Lucas, fundador de la compañía, asegurara en una entrevista de televisión que, tras la venta, LucasFilm iba a entrar en "su etapa más divertida". ¿Significa esto que Disney está más interesada en las licencias de la compañía que en la propias empresas que la componen?
Star Wars: Episodio III - La venganza de los Sith
Raquel de la Haza