Con solo 13 años, la actriz madrileña realizó sus primeros pinitos en televisión. Amantes de Vicente Aranda y Y tú mamá también de Alfonso Cuarón consolidaron a la actriz dentro del panorama del cine español. 15 años y un día es su nuevo trabajo junto a la directora Gracia Querejeta, la "culpable" de que Maribel se alzara con su primer Goya en 2007 por su aplaudido papel en Siete mesas de billar francés. Actriz y cineasta se reencuentran seis años después en este drama adolescente que ya puede verse en los cines españoles.
La madrileña atraviesa uno de sus mejores momentos profesionales. El pasado mes de febrero recibió su segundo "cabezón" por su papel como la malvada madrastra de Blancanieves de Pablo Berger. En esta ocasión, deja atrás las manzanas envenenadas para dar vida a Margo, una viuda incapaz de contener a su rebelde hijo adolescente. En esta entrevista, Maribel nos habla de su película, de sus aspiraciones y de sus próximos proyectos.
¿Qué te atrajo de '15 años y un día'?
Si Gracia descuelga el teléfono y me dice que tiene un personaje para mi… no me lo pienso dos veces; es que ni me leo el guión. Voy con ella a muerte. Gracia Querejeta es una garantía de cine impecable, bien hecho, cuidado… de historias que te van a llegar siempre y como directora de actores es única. Además nos hemos hecho muy amigas. Mi sueño es poder seguir trabajando con ella porque es un gusto.
¿Cómo ha sido encarnar un personaje como Margo?
Es entrañable porque es tan atolondrada, tan débil, vulnerable… dan ganas de protegerla y abrazarla. Me gusta mucho porque es la antítesis del personaje que me regaló en Siete mesas de billar francés, que es esa mujer fuerte que puede con todo y está superada por las circunstancias de la vida. Es un placer poder interpretar dos personajes tan diferentes con la misma directora.
Hay una escena en la película de gran carga dramática cuando hablas a Jon en el hospital. ¿Qué me puedes contar de ella?
Creo que es la escena más bonita que he hecho en mi vida. Es el diálogo más bestia, el más bonito de interpretar y el más emocionante que he hecho nunca. Cuando lo leí por primera vez en el guión pensé ¡qué escena!, ¡qué regalo! En un primer momento, íbamos a grabarlo con cuatro planos diferentes pero al final decidimos realizar un plano secuencia porque queríamos que se asemejara al puro teatro. Cuando terminamos de rodar todo el mundo empezó a aplaudir… fue muy emocionante.
Margo es una actriz amateur que durante años hace castings sin éxito. Sin embargo, no tira la toalla… ¿has reconectado con tus inicios en la interpretación?
La verdad es que cuando leí el guión y leí esa primera secuencia me moría de la risa. Me recordó a mis inicios. Esos en los que te sentabas delante de una cámara y tenías que hablar y hablar para conseguir llamar la atención. Margo está durante años haciendo castings porque tiene dinero, yo no habría aguantado tanto. Termina por desesperar.
Eres una actriz que ha interpretado muchos registros, ¡incluso cine mudo! ¿En cuál te sientes más cómoda?
Lo cierto es que tener la suerte de haber podido trabajar en una película de cine mudo en el año 2012 es increíble, me encantó. Dicen que una imagen vale más que mil palabras y es totalmente cierto. Con la mirada, con el gesto lo dices todo. Mi madre cuando me regañaba no hablaba. Sólo tenía que ver su expresión para saber que no podía ni moverme.
En los Goya dijiste que te había gustado hacer de mala…
¡Nunca había hecho de mala hasta Blancanieves! Siempre me había tocado sufrir, ser la víctima. Me parece fascinante no tener que pasarlo mal, ni llorar en escenas o el hecho de ir a la cama sin pedir perdón. En definitiva, ser mala porque sí, de profesión es alucinante. El director, Pablo Berger, me comentó que en un principio la gente no me ubicaba para el papel de madrastra, pero él fue tajante, inasequible al desaliento. Y salió bien.
Escena de 15 años y un día con Arón Piper, Tito Valverde, Susi Sánchez y Maribel Verdú.
Después de interpretar a la madrastra de Blancanieves, ¿te ves encarnando a otra malvada de cuento como, por ejemplo, la Reina de Corazones?
¡Me encantaría! Además en este mundo son todo modas. Durante una etapa gustan las películas de cárceles o las películas sobre el fin del mundo… Molaría una época de cine sobre cuentos populares como Heidi, Alicia, Pulgarcito, Cenicienta… Me da igual la historia pero, eso sí, de los cuentos, yo tendría que ser la mala.
Gracia y tú trabajasteis juntas hace seis años. ¿Cómo es trabajar con ella?
Sigue siendo esa directora segura, ese patrón de yate que maneja todo el cotarro. Es la que manda sin mandar, sin que se note que está. Durante un tiempo tuve miedo de que la confianza que tenemos estropeara las cosas. Ya sabes lo que dicen: "la confianza da asco". Sin embargo, ha sido al contrario. Con los años, tenemos más complicidad, más cariño… la buena relación entre un actor y un director es algo fundamental. Ella siempre cambia para bien, para mejor.
Casi todos los actores hablan últimamente de la actual crisis que atraviesa la industria del cine… A ti, que eres una de las actrices que se encuentra en primera línea, ¿cómo te ha afectado?
Pues me ha afectado como a cualquier español más. En mi caso, no hay proyectos, no hay películas. Lo peor de todo es que las pocas que hay, están aún por financiar o buscando financiación…
Con más de 70 películas a tu espalda y décadas dedicándote a la interpretación… ¿Cuál es el secreto para seguir trabajando con esta intensidad y pasión a lo largo de los años?
No hay ningún secreto, creo que es cuestión de carácter; es mi manera de ser. No puedo hacer nada sin ilusionarme, sin entusiasmarme. Magnifico todo mucho. Mi entusiasmo por este trabajo, con el que disfruto tantísimo, es la clave para seguir en primera línea.
Maribel Verdú se ha convertido en un emblema del cine español… ¿cómo se lleva esa bandera?
¡Hala, hala, hala! (Risas). Ni se me ha ocurrido pensar en eso. No creo que sea así.
¿Puedes hablarnos de 'Felices 140'?
Está en standby a ver si alguien lo financia o al menos, dan ayudas. Ojalá salga adelante, den el pistoletazo de salida porque el guión es impresionante. De momento, no puedo contar nada.
¿Qué te gustaría interpretar en un futuro? Quizá ciencia ficción, o ¿algún filme más ambicioso?
Lo que quiero es interpretar personajes con "chicha". Que tengan qué decir, qué contar, que les pasen cosas, que pueda empatizar con ellos; que te hagan sentir, disfrutar, llorar, reír… En definitiva, una maquinaria importante.
15 años y un día
Carlota Chiarroni