Gravity tiene uno de los mejores 3D que hemos visto nunca
La película fue concebida desde un principio en 3D. A mí dicha técnica siempre me ha intrigado tanto como la he rechazado, por muchísimas razones; odio que con el 3D y con la tecnología actual se degrade el color de la imagen, que los claroscuros se difuminen. Además la pantalla se vuelve más oscura, se acaba perdiendo definición, pese a que se busque precisamente el efecto contrario. Por no hablar de lo incómodo que resulta tener que ponerse gafas para ver una película. Ahora, si ves Gravity en 2D la experiencia estética se reduce un 20% respecto al 3D. A mí siempre me ha apasionado el 3D como una posibilidad, como una herramienta. En realidad la gente piensa que se inventó en los años 50 con Los crímenes del museo de cera (House of Wax), pero se cementó en 1896, dos años después de la invención del cine, también creado por los hermanos Lumière. Y es que el cine desde el principio también se diseñó para ser disfrutado en 3D, porque así es como vemos las personas. Si no llegó a desarrollarse fue por términos estrictamente financieros. El problema actual es que las películas no se diseñan desde el principio como un proyecto en 3D, sino que se plantean en términos financieros y se falsea el formato en posproducción. No hay nada peor que eso. El 3D bueno es el que se ve en películas como Avatar, La vida de Pi, Pina, Cave of forgotten dreams, La invención de Hugo y en algún documental IMAX. Me repito: el 3D es una herramienta y sólo hay que utilizarla cuando sea realmente necesario.
Cuando estuvo en San Sebastián hace 7 años que ya hablaba de una foto de la Tierra vista desde el espacio...
Esa imagen de la tierra de los años 60 es una de las fotografías más bellas que se jamás se han hecho. Era una imagen tremendamente poderosa que demostraba como una fotografía puede cambiar radicalmente las cosas. En la película quisimos que la Tierra fuera un personaje más, omnipresente, siempre al fondo de la imagen. Creo que como metáfora funciona a la perfección, si entendemos que al otro lado no hay nada más que el vacío. Nuestra Tierra estaba formada a base de bellísimas fotografías en alta definición tomadas desde el espacio. También hicimos una pseudo-inmersión espacial con un globo meteorológico al que mandamos a la estratosfera a captar imágenes.
Tu carrera se mueve entre distintos géneros y estilos. ¿Cuál dirías que es el hilo común entre tus películas?
La única línea común que veo entre mis películas es que todas sirven para pagar la renta (risas).
¿Es cierto que James Cameron os asesoró en la preproducción?
Sí y, en cierta forma, fue clave su ayuda. Hubo un momento en el que parecía que Gravity no iba a poder hacerse, no hacíamos más que encontrarnos puertas cerradas. Mucha gente nos decía que la tarea era imposible de realizar mientras otros, como David Fincher, nos decía que había que esperar algunos años hasta que la tecnología que necesitábamos existiera. James Cameron sin embargo fue claro: "Lo que quieres hacer es muy complicado pero tienes que saber que, ahora mismo, todo lo que puedas imaginar vas a ser capaz de ponerlo en imágenes; es probable que tengas que inventar tu mismo la tecnología o a lo mejor tendrás que sustituirla por otra ya existente pero ajena al mundo del cine". La clave fue su entusiasmo: "vas a poder hacer esta película". Donde reñíamos era en el presupuesto, las ideas que me propuso eran carísimas y yo no suelo trabajar con los propuestos de Jim. Todos los cineastas que trabajamos la fantasía estamos en eterna deuda con Avatar, en ella quedó claro que los efectos digitales podían usarse narrativamente sin miedo. Jim abrió una puerta muy importante con ella. Películas como La vida de Pi o Gravity hubieran sido impensables sin Avatar.
Tu película es visualmente deslumbrante, con unos planos secuencia muy estilizados. ¿Cómo fue la construcción de dichas imágenes?
Casi todo viene de la religión. Jonás (Cuarón) y yo siempre tuvimos claro cómo queríamos que fuera la película. Desde el principio imaginamos a esa mujer a la deriva en el espacio de una forma estrictamente narrativa. Era como si toda la película fuera un sólo movimiento musical. El cine es un lenguaje que se acerca más a la música que a la literatura, al teatro o a la pintura. Es una cuestión de armonías y ritmos. De ahí que no tenga tanta importancia el llamar la atención sobre un plano determinado como de crear una experiencia emocional significativa. No se trata de hacer un cine de "mira, mamá, sin manos". Los planos deben durar lo que deben durar, exactamente igual que las notas musicales. No estoy reñido con el montaje, a mí me fascina, lo que no soporto es el mal montaje, como el que se usa en casi todo el cine comercial.
La película ha tenido un recibimiento crítico excelente, ¿te ha dado vértigo en algún momento?
No, te asustas cuando dicen de tu película que es "una mierda". Sé de lo que hablo porque ¡eso ya me ha pasado! (risas) Yo lo que quiero es que la gente vea la película, nada más. Y hoy por hoy es un misterio. Hay películas que funcionan muy bien en festivales y que después no conectan con el público. Luego están las que funcionan al revés, la crítica las odia y el público las aplaude. Y luego están esas pocas películas que logran convencer a todo el mundo por igual. Sin olvidarnos las que funcionan fatal en todos los aspectos y el tiempo, a posteriori, acaba convirtiéndolas en fenómenos de culto. O las que arrasan en premios y en taquilla y hoy ya nadie se acuerda de ellas. Así que tomémoslo todos con calma.
Ni Sandra Bullock ni George Clooney fueron los intérpretes planteados inicialmente para protagonizar la película.
Ay, el bendito internet... ¡Tengan cuidado con lo que lean! De todo lo que se publica sólo hay una pequeña parte de realidad y mucho de mito. Durante los dos años y medio que estuvimos preparando Gravity me fui cruzando con distintos actores... y al día siguiente de nuestro encuentro ya estaba on line que tal o cual actor iba a protagonizar mi próxima película. Lo cierto es que los únicos con los que llegamos a conversaciones más avanzadas fueron Angelina Jolie y Robert Downey Jr. Pero Angelina quería debutar como directora y luego le fueron saliendo más proyectos, así que resultó imposible. Con Robert Downey Jr. fue diferente, él era el elegido. El problema fue que cuando tuvimos claro cómo íbamos a hacer la película nos dimos cuenta de que él no iba a ser compatible. La virtud de Downey es improvisar constantemente, y aquí le íbamos a encerrar en actitudes muy concretas con diálogos muy específicos... así que creímos que no iba a resultar.
¿Cómo llegasteis a Sandra Bullock? Porque le has brindado el papel de su vida...
Escogimos a Sandra justo cuando ya estábamos listos para rodar. En el camino nos dejamos a unos cuantos actores de por medio, eso es cierto. Creo que su nombre salió hablando con Alejandro González Iñárritu, él me dijo "veo a una estrella de cine haciendo este papel". Lo que pasaba es que teníamos que coger a una celebridad conocida por todo el mundo... y darle algo que nadie espera. Es casi como descubrir a un nuevo actor. Para poder cumplir con eso, vaya, tiene que ser muy buena actriz. Cuando le mandé el guión a Sandra fue fantástico porque no tuve que sugerir prácticamente nada. Ella estaba deseando reinventarse. Hablamos durante tres horas, centrándonos en la parte emocional, dejando de lado los aspectos técnicos. Me dejó claro de que si se involucraba en el proyecto iba a ser una compañera de viaje fiel y responsable. No creo que haya muchas actrices como ella. Lo que Sandra hizo en la película, bueno, fue mucho más allá de lo que es la mera preparación del personaje, fue un ejemplo de disciplina, de rigor, de precisión...
Gravity
Alejandro G.Calvo
