¿Qué harías si te encontraras con un hombre idéntico a tu marido fallecido? Ese es el dilema al que se enfrenta Nikki, el personaje que interpreta la cuatro veces nominada al Oscar Annette Bening (Topeka, Kansas, 1958) en La mirada del amor. La película se estrena este viernes 25 de octubre en España y SensaCine pudo hablar con la actriz de American Beauty y Los chicos están bien durante el Festival de San Sebastián. No te la pierdas, así como la crítica firmada por Carlos Reviriego, que le da tres estrellas.
Ya no hace películas todos los años. ¿Cómo elige sus proyectos?
Me tiene que enamorar lo que me ofrezcan. Hace poco me reuní con un director que me gusta muchísimo, divertido y encantador, pero no conseguí enamorarme de lo que me ofrecía por mucho que lo intenté. Es como cuando conoces a alguien y te encanta... Y a lo mejor piensas: "No debería enamorarme de esta persona". Pero no puedes evitarlo (Risas). Pues es algo parecido. Si me gusta lo que me ofrecen y de algún modo me siento intrigada... Si no mantiene mi atención lo suficiente, entonces sé que no merece la pena. Y me siento muy agradecida por poder hacerlo. Si tuviera que trabajar más, entonces lo haría. Pero como puedo permitírmelo, me siento con la necesidad de sentirme arrastrada; de preguntarme: "¿De qué va? ¿Cómo podría hacer esto?".
¿Es 'La mirada del amor' una película sobre la fragilidad de la vida?
Sí. Yo también lo he pensado. Y se lo mencioné a uno de mis amigos. Hace un par de años falleció una colega mía, también actriz, y resulta que también mantenía una amistad con su marido. Y siempre me pregunté cómo se enfrentó a su muerte. La semana pasada le llamé y me comentó que había conocido a alguien y que se iba a casar de nuevo. Me puse muy contenta. No lo sé. La pena y la desesperación... Lo divertido e inesperado de la vida es que todo se entremezcla. Pero también es frágil. Creo que es la palabra que mejor define la vida. Es inesperada y nunca sabemos qué es lo que nos va a pasar.
¿Qué le ha resultado más seductor de interpretar a Nikki?
Meterme en la piel de un personaje que no sabe lo que está haciendo. No es extraño, pero en este caso tenía mucha más importancia. Pero lo más curioso de todo es que lo pienso mucho y luego intento no darle más vueltas cuando estoy trabajando. Dejar mi mente abierta, relajarme y vivir el momento. Y ahí, en medio del rodaje, es cuando te pasan cosas inesperadas que te ayudan a construir el papel. Y algunas de ellas no aparecen en el montaje final pero sí que te sirven para tu trabajo como actor.
Annette Bening junto a Ed Harris, que interpreta a dos personajes en La mirada del amor.
¿Cuál es su secreto para seguir actuando a los 55 años?
Mi secreto... No tengo ningún secreto. Simplemente he tenido muchísima suerte y me he ido encontrando con las cosas según han ido viniendo. Pero creo que una parte muy importante de mi carrera ha consistido en trabajar también las relaciones personales. También me vuelco en mis proyectos teatrales, de los que me siento muy orgullosa y de los que la gente no sabe nada en absoluto. Lo hago en un teatro pequeñito de Los Ángeles y la verdad es que me mantiene viva. Pero también he de confesar que cada vez es más complicado. Sobre todo porque los papeles que te llegan no se parecen a personas reales. Te ofrecen algo que se parece a una persona de tu edad antes que algo que realmente responda a la realidad.
Hace casi 15 años que se estrenó 'American Beauty'. ¿Protagonizaría una serie como Kevin Spacey?
Si el material fuera adecuado... Porque lo que está pasando al final es que no hay muchas pantallas, sino una sola y grandísima pantalla. Da igual que sea televisión, Internet o cine. Sí que pienso que siempre existirán los cines porque nos encanta salir a ver películas. Pero no podemos resistirnos tampoco a verlas cómodamente desde casa. El medio es el mensaje y, aunque suene simple, es una de las razones por las que algunos estudios se están desmoronando. La industria está obsesionada con conseguir beneficios y muchos escritores y directores deseosos de hacer algo distinto fichan por las cadenas de cable, la televisión... ¡Y los guiones son fantásticos! Personas como Kevin, que protagonizan historias arriesgadas e interesantes. Me gustaría mucho hacer algo así, pero siempre si el material fuera el adecuado. Porque tendría que invertir muchísimo tiempo por el formato.
La mirada del amor
Santiago Gimeno