Os informábamos hace unos días sobre el accidentado rodaje de Lucy, la nueva película de Luc Besson, en Taipei. Entonces contábamos la presión que estaba sufriendo el equipo del filme, protagonizado por Scarlett Johansson, por parte de la prensa y ahora, el propio Besson ha querido ofrecer su versión del asunto. El cineasta realizó el viernes pasado una conferencia de prensa para aclarar la situación, y cuyas declaraciones recogemos de The Hollywood Reporter.
El encuentro tuvo lugar al día siguiente de finalizar el rodaje en esa ciudad de la película, en el que Besson approvechó para lamentarse de los fotógrafos que día sí día también se dedicaban a merodear por el set, ya que, dijo, es su labor como director que todos los detalles de la película, incluida la imagen de Scarlett Johansson, queden resguardados del público antes de que la cinta esté completa. "No queremos fotos sobre los nuevos vestidos de Scarlett", declaró. "A veces pierdo la concentración por este tipo de cosas."
Besson continuó diciendo que "filmar de noche ha sido una pesadilla", a causa de la presencia constante de los paparazzi; y citó un par de agencias de noticias de Hong Kong como las principales responsables del acoso. No obstante, lamentó que los medios publicaran que había abandonado la ciudad debido a la situación (tal y como SensaCine también publicó): "Leí en los diarios que estaba a punto de irme. Y eso es falso."
Finalmente, el cineasta y productor francés también tuvo buenas palabras para la ciudad. Dijo que el equipo técnico era fabuloso, que adoraba la fotogenia de la ciudad y el cálido acogimiento de sus ciudadanos. Johansson no atendió la rueda de prensa pero dejó preparadado para la ocasión un mensaje de audio, en el que agradeció a los ciudadanos de Taiwan su acogimiento y en el que expresó su deseo de haber podido permanecer algo más de tiempo para conocer mejor la urbe.
Sobre Lucy, Besson señaló que la película "es sobre la inteligencia total", y no sobre el tráfico de drogas (como parece que muchos medios han indicado). "Básicamente, usamos el 10 por ciento de la capacidad cerebral. ¿Qué pasaría si usáramos más?", concluyó. ¿Conflicto finalizado?
Paula Arantzazu Ruiz