Steven Spielberg ha hecho público que está interesado en realizar un remake de su película.
En realidad el proyecto todavía no es oficial. Estamos en ello, tanteando el terreno, pero aún no es seguro. Lo que de momento sí vamos a hacer es llevar la mía a Estados Unidos, la versión original, pero es verdad que aún no se sabe quién dirigirá el remake, quién formará el casting, parte del equipo, cuál será mi papel en el proceso…
¿Para usted la vida es una comedia o un melodrama?
Es ambas cosas, si no la vida no sería tan interesante. Aunque, por ejemplo, De tal padre, tal hijo es un filme bastante serio siempre hay que meter alguna dosis de comedia. Al fin y al cabo somos humanos. Y, sin hacer comedia, es necesario que haya tintes de humor.
En su película hay un contraste importante entre la familia rica y la pobre ¿Cree que el dinero puede envilecer a las personas y la falta del mismo promover que puedas disfrutar más de otras cosas?
Personalmente considero que el dinero no cambia a las personas. Además, aquél que de pronto se encuentra con que tiene más dinero no va a dejar de ser como ya era antes de conseguir la fortuna. La familia acaudalada del filme no es así por el dinero.
En su cine se sigue insistiendo en la importancia de la familia como núcleo dramático.
Cuando hice Still Walking retraté mi historia. Hablaba de la relación con mi madre, y justo antes de empezar con el proyecto mi madre murió. Así que cuando hice Still Walking utilicé la película para expresar mis sentimientos, y fue como estar alrededor de ella, de su figura. Después de eso me sentí cómodo, muy bien. Es verdad que he intentado expresar mis ideas no desde un punto de vista personal, sino más global. Además, mi padre murió hace 6 años, así que dentro del tema de la familia lo que me toca más de cerca es la relación con los hijos.
Usted es uno de los directores orientales más conocidos y populares en occidente. ¿Puede que esto se deba a que el concepto de familia es una idea transnacional?
No, realmente no creo que sea eso. Elegí el tema de la familia porque es el que me interesa. Me pasó más bien lo contrario. Cuando hice Still Walking me decían que había hecho un filme de una temática y un tratamiento de la sociedad japonesa demasiado localista, y que los occidentales no serían capaces de comprenderlo. Curiosamente, cuando vine a San Sebastián a promocionarla me topé con un señor cuyo nombre no recuerdo, pero que era definitivamente muy vasco, y recuerdo que me dijo: "¿Cómo sabías cómo era mi madre?" Entonces me di cuenta que las personas, en el fondo, deben ser parecidas en cualquier parte del mundo. Pero eso entonces no lo sabía. Pensaba que influiría más la brecha oriental que el lenguaje universal, aunque felizmente no ha sido así.
¿Le interesaría a usted embarcarse en un proyecto en Estados Unidos?
Sí. En el futuro sí que me gustaría.
De tal padre, tal hijo
De tal padre, tal hijo Tráiler VO
Alejandro G.Calvo/Álvaro Ramos