La película La gran estafa americana se estrena este viernes 31 de enero y, después de mostrarte las 20 caras de Christian Bale y los próximos proyectos de Jennifer Lawrence, qué mejor que contarte uno de los secretos mejor guardados de la cinta que, por supuesto, tiene que ver con la ganadora del Oscar. A estas alturas, seguro que sabes que su personaje, Rosalyn Rosenfeld, es uno de los más extravagantes del filme de David O. Russell. Pero quizá no sepas que JennLaw se cargó varios vestidos durante el rodaje por culpa de una curiosa adicción: ¡Los Doritos!
El nominado al Oscar Michael Wilkinson, encargado del vestuario de la película, ha revelado a la revista Vanity Fair que llegaron a diseñar hasta 4 modelos diferentes para Jennifer Lawrence. "Y en parte me alegro de que lo hiciéramos", ha confesado. "Porque digamos que Jennifer Lawrence es un poco bruta y que no le importa ponerse a comer Doritos y otros aperitivos cuando lleva el vestido puesto". Afortunadamente, los vestidos no eran demasiado caros... Y ese no fue el único problema al que tuvieron que hacer frente. Al parecer, Amy Adams se enamoró de un diseño 'vintage' de Diane von Furstenberg... Pero la mala suerte perseguía a la producción, y el vestido tenía una mancha de vino. "Nos enamoramos de él en cuanto lo vimos. A Amy le encantó y a David también". Por eso lo utilizaron de todas formas y hasta 'fabricaron' una excusa en el guion para explicar la mancha. A continuación, no te pierdas el tráiler de la película.
La gran estafa americana
La gran estafa americana Tráiler
Santiago Gimeno