Vampire Academy, la película que llegará a España en mayo, no ha funcionado nada bien en la taquilla estadounidense. Tan mal ha ido, que ha recaudado poco más de 4 millones de dólares pese a haberse estrenado en 2.500 salas y, de paso, se ha convertido en uno de los peores estrenos de la historia. Adaptación de una saga de novelas juveniles superventas, dirección de Mark Waters (Chicas malas), guion de Daniel Waters (Escuela de jóvenes asesinos). ¿Cómo explicar semejante fracaso?
La página io9 señala en primer lugar "el abuso de los vampiros" en cine y televisión como razón del batacazo de Vampire Academy. "La gente está harta depués de tanto Crepúsculo, True Blood y Crónicas vampíricas". Otro de los errores ha sido que Mark Waters haya abusado de la comedia para su adaptación "cuando lo importante es meterse en la vida interna de los personajes [..] Todo en la película se toma como un chiste". Para más inri, hay muy pocas líneas de diálogo divertidas en el guion y, siempre según io9, no se respeta la saga original. La autora es Richelle Mead, escritora de Vampire Academy y sus secuelas Sangre azul, Bendecida por la sombra, Promesa de sangre, Deuda de espíritu y Last Sacrifice, todavía por editar en España. Y eso que la propia Mead señalaba que se había respetado al máximo su obra.
La trama principal se centra en la 'kick-ass' Rose Hathaway (Zoey Deutch), una 'dhampir' o guardiana -mitad vampiro mitad humana- cuya misión consiste en defender a la inocente princesa Lissa Dragomir (Lucy Fry). Lissa es una 'moroi' o, lo que es lo mismo, una vampira no violenta y mortal que necesita protección frente a los 'strigoi', los vampiros no muertos e inmortales. Para defenderla de las amenazas, Rose tendrá que aprender con Dimitri Belikov (Danila Kozlovsky), un apuesto guardaespaldas -un dios en la tierra, para ella- del que no puede enamorarse por mucho que se lo pidan sus sentimientos.
Vampire Academy
Santiago Gimeno