Rafa (Dani Rovira) es un joven andaluz que conoce a Amaia (Clara Lago), una chica vasca, durante las fiestas de la feria de Sevilla. Él se enamora de ella y sabe que tendrá que viajar hasta el norte para no perderla. La nueva comedia de Emilio Martínez-Lázaro (El otro lado de la cama) se estrena el 14 de marzo y en SensaCine hemos podido entrevistar a sus protagonistas.
¿Cómo conseguísteis el papel?
Clara Lago: Dani pagó mucho dinero para poder hacer esta película (risas)
Dani Rovira: Yo extorsioné y soborné.
C.L.: A mí ya me conocían las directoras de 'casting' y me mandaron el guión, me dijeron que hiciera una prueba, y después hicimos la prueba juntos, para ver un poco si funcionaba la pareja, porque realmente puede funcionarte uno por un lado y otro por otro, y luego que al juntarse no congenien.
D.R.: En mi caso igual, aunque yo no conocía a las directoras de 'casting'. Yo siempre cuento cómo me conocieron Yolanda [Serrano] y Eva [Leira]. Fue una casualidad que me pilló trabajando. Eva tiene un hijo que es muy fan de los monólogos y le compró una entrada para que fuera con su abuelo y, por cosas de la vida, el abuelo cayó enfermo y la madre tuvo que acompañar al niño. Y allí vio lo que yo hacía y debió gustarle, y llamó a Yolanda. A la semana siguiente nos conocimos, y después me llegó el guión de la película. Después, empecé con los 'castings'.
¿Os leísteis el guión antes de hacer el 'casting'? ¿Qué os atrajo de él?
C.L.: Creo que sí me lo leí antes de hacer el 'casting'...
D.R.: Yo sí me lo leí. Lo que me atrajo de él es que me reí mucho. Es muy difícil que alguien se ría a carcajadas leyendo un guión. Y después empezaron a sonar nombres. Ya tenían decididos los personajes de Carmen Machi y Karra Elejalde. Me enteré de la incorporación de Clara cuando acepté. Cuando leía el guión, me encantó el personaje y pensé: "Qué suerte voy a tener si puedo hacerlo".
¿Cómo describiríais la película? ¿Creéis que Emilio Martínez-Lázaro se ha arriesgado a tratar un tema como la confrontación etre vascos y andaluces en tono cómico?
C.L.: Hoy por hoy, me parece que hacer cualquier película es arriesgar. Es mucha responsabilidad. Hay que invertir mucho dinero, mucho tiempo y mucha gente. Y teniendo en cuenta como están las cosas, nadie sabe cuál es la fórmula mágica. Pero creo que Emilio, en esta película, lo ha tratado todo con tanta bondad... Es una comedia muy blanca. No es nada hiriente ni está tratada de una forma como para molestar a nadie. Sí es un riesgo entrar en este tema, pero creo que él ha sido muy inteligente al tratarlo como lo ha tratado.
D.R.: Yo creo que el tema de los tópicos y de lo arriesgado es algo de lo que se está hablando mucho ahora que no se ha estrenado. Estoy seguro de que cuando se estrene va a ser un tema del que se va a dejar de hablar porque es la sensación que está teniendo la gente cuando la ve. Es un tema que es recurrente para poder hacer comedia pero, una vez estás metido, te olvidas de si eres andaluz, vasco o de si se han metido con un vasco.
¿No creéis que puede molestar a andaluces o a vascos que se sientan ofendidos por los clichés?
C.L.: Para nada. Más bien todo lo contrario.
D.R.: Emilio lo trata desde la sátira que es la exageracion de un perfil. Es un cliché llevado al extremo. Si graban "la niña del exorcista", no creo que se ofendiera un cura. Es ficción. Una sátira del personaje llevada muy al extremo, pero Emilio ha hecho el gran trabajo de que cada uno de esos personajes tenga una humanidad y una realidad pasmante; hasta el punto de que creo que el público se va a sentir identificado y va a coger cariño a los personajes desde el minuto uno.
Para ti Dani, ¿ha sido más fácil interpretar a Anchón o a Rafa?
D.R.: Ha sido muy parecido. Lo único que cambiaba era el acento. Cuando interpretaba a Anchón, interpretaba al Rafa acojonado. Cada vez que tenía que hacer de Anchón era porque tenía que ocultar algo. Anchón es un Rafa más acojonado. Más inseguro. Más timorato. Interpretar este personaje ha sido un juego muy divertido. Pero creo que hay cosas más complicadas de hacer en el cine.
¿Os ha costado hablar con deje vasco o ha sido sencillo?
C.L.: A mí me ha costado no hablar con deje andaluz. Porque me junto con él, y no lo puedo evitar. Y durante la película me pasaba todo el rato. Constantemente. Mi esfuerzo consistía más en no parecer andaluza.
D.R.: La pobre la que ha pasado... Por mi parte, estuve una semana con un entrenador de voz para mi acento vasco. Aunque yo no tenía tanto riesgo, porque mi acento andaluz estaba justificado si aparecía en algún momento. Rafa es un sevillano que tiene que hablar vasco.
Dani, ¿cómo ha sido tu primera experiencia en la gran pantalla?
D.R.: Muy bonita. He vivido cada uno de los procesos con muchísima alegría. Tanto el proceso de 'casting' en el que estás un poco más nervioso porque quieres estar a la altura, como las lecturas de guión o, incluso, el primer día que llegamos al rodaje que era todo tan nuevo para mí. Lo he vivido como una de las experiencias más bonitas de mi vida. Yo pensé que hacer el Camino de Santiago era lo más, pero ha sido hacer esto.
¿Tenéis algo en común con vuestros personajes?
C.L.: La pregunta del millón. Mi personaje es una chica que vive las circunstancias que le han tocado. ¿Qué tengo en común con ella? Es muy difícil separar el personaje de ti mismo. No es algo que hagas tan conscientemente. No puedes decir: "Voy a coger este lado de mí y lo voy aponer ahí". Al final, en todos los personajes hay algo de ti. Otra cosa es que no sean cualidades tuyas que saques en tu día a día. Pero si las puedes interpretar, es que están en ti.
D.R.: Tengo muchas cosas en común con Rafa. Pero también creo que si en un futuro esto continúa, voy a tener muchas cosas en común con los personajes que interprete porque tiene que ser muy difícil alejarte tanto de un personaje y no tener nada en común con él. Rafa se parece a mí en que es andaluz, en que le rebosa la comedia, en que es muy enamoradizo y muy zalamero con las mujeres. Rafa es una persona que siente miedo y se siente inseguro cuando no está en su sitio. Rafa es una persona que por amor es capaz de hacer todo este tipo de cosas.
Los dos habéis hecho series de televisión pero, ¿es más fácil interpretar un personaje en la gran pantalla o en la pequeña pantalla?
C.L.: En una serie llegas a conocer de manera más profunda a tu personaje y en cine depende del tiempo que tengas para prepararte.
D.R.: La serie puede ser como una escuela en la que puedes experimentar más y, a lo mejor, en una película es todo mucho más cerrado por el tiempo que apareces en pantalla.
Lorena Vialás