Cuatro amigos de la infancia, bautizados por la música rock en vinilo, ven sus vidas alteradas por los amores y desamores. Damián es director y guionista de cine, Luciano es locutor de radio, Facundo dirige una funeraria y Marcelo es líder de una banda tributo de los Beatles. Pero hay algo que les une a todos: la música. Gabriel Nesci (Todos contra Juan) se atreve a dar el salto a la dirección cinematográfica con Días de Vinilo. Nesci, un amante de la música -en su camiseta lleva la portada del Unknown Pleasures de la banda británica Joy Division- y músico frustrado, habla con SensaCine de su primera experiencia en el cine.
¿Cómo surge la idea del proyecto?
Surge hace muchos años. Llevó mucho tiempo que la idea se asentase y se pudiese plasmar en el papel. Todo surgió cuando quise contar diferentes estadios en los momentos sentimentales y ocasionales del hombre, en el momento en el que está obligado a tomar ciertas decisiones importantes. Un momento que llega a partir de los treinta y en el que es hora de dejar atrás ciertas características de la adolescencia para empezar a encarar una vida adulta. Así, aparecieron las historias de estos cuatro personajes, cuatro amigos de esos que uno tiene de pequeño, pero que empiezan a alejarse cuando uno va creciendo y empiezan a diferenciarse y lo único en común que tienen es la música. La música es el único tema al que vuelven cada vez que tienen que conversar sobre algo. Ella está desde que son pequeños, es un hilo conductor que surgió para la película porque es el mismo hilo conductor que tengo yo con mis amigos.
Es tu primer largo en el que escribes y diriges. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Ya había trabajado en televisión con la serie Todos contra Juan y venía con ese entrenamiento, pero posicionarse en el cine es algo absolutamente diferente. Lo viví con mucha presión, pero también con mucho entusiasmo porque es lo que quería hacer desde pequeño. Así que, tuve la suerte de contar con un gran elenco, todos los actores de la película son muy prestigiosos en Argentina y que hayan decidido sumarse a una ópera prima es siempre muy halagador.
¿La película tiene algo de autobiográfico?, ¿quizás en el personaje interpretado por Gastón Pauls que es guionista?
Hay muchos elementos autobiográficos, pero no puedo decir que sea autobiográfica. Hay algo de mí en cada uno de los personajes. Lo que tengo en común con el personaje del guionista es la profesión. Pero también con el que quiere componer canciones pero no puede porque trabaja de otra cosa. A mí me encantaría dedicarme a la música a tiempo completo, pero no puedo porque mi trabajo es otro. El mundo de la radio lo conozco muy bien porque trabajé mucho tiempo en ella y uno de los personajes es locutor de radio. Nunca tuve una banda tributo a los Beatles, como otro de los personajes principales, pero me encantan y también tengo una banda. Hay algo autobiográfico en todas las relaciones sentimentales de la película. De alguna manera, esas trabas que tienen los personajes están tomadas de elementos de la realidad o de mis amigos. Todo tiene su anclaje en la realidad pero todo está ficcionado y está visto a través del prisma de la comedia.
Muchos pensarán en Alta fidelidad cuando vean tu película.
Sí, el punto en común de ambas es que a los personajes de las dos películas les apasiona la música. Pero en lo argumental no tienen ningún punto de contacto. Alta Fidelidad es una gran película así que si se compara con ella es muy halagador.
En la película hay cuatro personajes y todos tienen la misma importancia. ¿Por qué no has querido darle más protagonismo a uno sobre los demás?
Eso fue un trabajo muy arduo desde el guión y desde el montaje, lograr que cada uno de los personajes sea muy similar, pero también único y que en cada uno de ellos sea posible lograr algún tipo de identificación. Creo que todos los hombres vamos a poder identificarnos con alguno de ellos. Era importante que todos estuviesen a la par porque las cuatro historias son parte de una misma gran historia que forma un todo. Por eso me pareció importante que cada una de ellas tuviese su trascendencia.
Has trabajado en televisión y en cine. ¿Qué diferencias ves entre ambas y en cuál de las dos te gusta más trabajar?
La diferencia es el tiempo que uno tiene para hacer las cosas. En televisión la gran ventaja que tienes es la revancha del próximo capítulo. Si hay algo que hiciste que no te gustó siempre hay un próximo capítulo para poder hacer las cosas de otra manera. En cine no, en el cine para volver a filmar hay que esperar años. Pero lo mejor que tiene el cine es, precisamente, ese tiempo. Uno puede trabajar con más profundidad y elegir mejor a los actores, la música, el vestuario y darle un tiempo de desarrollo a la historia que en televisión es imposible. Porque en televisión el tiempo corre y no puedes ser indulgente con los detalles. Días de vinilo está llena de detalles, probablemente nadie los perciba, pero en el segundo o tercer visionado se pueden ver en el vestuario, el arte, los diálogos. Si tengo que elegir prefiero trabajar en cine, aunque la televisión me ha dado muchas satisfacciones.
¿Cómo ves al cine argentino en este momento de crisis económica?, ¿qué diferencias ves entre el cine español y argentino?
Las crisis siempre generan momentos de creatividad en los realizadores porque empiezan a tratar de contar historias con las limitaciones de la realidad. Afortunadamente, en Argentina, contamos con El Instituto de Cine que apoya mucho la realización de películas. Eso es una gran ventaja que en muchos países no existe. En cuanto a las diferencias entre el cine argentino y el español, siento que son dos cinematografías muy hermanas. Siento que hay mucho diálogo entre ambas. Creo que son las dos cinematografías más similares que se me pueden ocurrir y creo que nos reímos de los mismos. Cuando proyecté Días de vinilo en el Festival de Málaga vi que la recepción era muy similar a la del público argentino, por eso creo que la película puede llegar al espectador español.
Días de vinilo se estrenó en Argentina en 2012 y a España llega con retraso. Después de todo este tiempo, en el que se ha pasado la euforia del primer estreno ¿ves la película con los mismos ojos?
Es una película que me ha dado muchas satisfacciones. Tuve la suerte de estrenarla en muchos festivales. Pasó por lugares tan distantes como Filipinas, Miami, Manchester, Ámsterdam, Beirut y Sudáfrica. Y en todos ellos la película siempre ha generado una gran empatía con el espectador, así que este estreno en España lo vivo con el mismo entusiasmo que cuando la estrené en Argentina. Le tengo mucho cariño a esta película, quizás es porque es la primera y se debe de sentir lo mismo que cuando uno tiene a su primer hijo, pero lo vivo con muchas expectativas. Me gustaría que funcionase y que la gente la disfrute.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Hay una serie de televisión que acabo de terminar y también estoy preparando un largometraje que seguramente llegará en el 2015 y que, probablemente, sea una producción con España. Así que puede que estemos herrmanados nuevamente y ojalá el estreno, esta vez, llegue antes y pueda volver pronto.
En tu película hay un personaje que se queja siempre de que la repuesta a la pregunta "¿qué tipo de música escuchas?" es "variado". ¿Qué respondes tú cuándo te lo preguntan?
Yo respondo: Beatles, Queen y Genesis. Son mis tres bandas de cabecera. Me molesta mucho esa respuesta y por eso lo puse en la película. Es algo que noto que ocurre mucho en esta generación. "Variado" es una respuesta que no genera ningún tipo de compromiso. Es síntoma de darle muy poca importancia a la música. La música es algo muy importante en lo que vivimos y hacemos. Nos remite a personas y lugares. Esa pregunta se merece una respuesta mucho más juagada que "variado".