La popularidad de Frozen, el reino del hielo no sólo ha llenado las arcas de Walt Disney gracias a los 1.200 millones de dólares recaudados en taquilla y el éxito del 'merchandising' de la película. También ha despertado el interés de sus espectadores por Noruega, el país escandinavo que inspiró el reino mágico y montañoso de Arendelle en el que viven Elsa y Anna. Al fin y al cabo, ¿quién no querría pasar unas vacaciones en un paisaje de cuento aunque no sea del brazo de un muñeco de nieve parlante?
Basada en La Reina de las Nieves de Hans Christian Andersen -danés, que no noruego-, el 'blockbuster' de la Casa de Mickey Mouse se inspiró en varios paisajes de Noruega para recrear los escenarios. Lo que no se esperaba el gobierno de este país europeo es que el superéxito de la película repercutiría en los bolsillos de la nación. Pero así ha sido. El turismo estadounidense se ha incrementado en un 37% en el primer trimestre de 2014, informa un portavoz de Visit Norway a la agencia AP. Además, el aeropuerto Gardermoen de Oslo ha registrado un aumento del 57% en las llegadas desde Nueva York.
La división de viajes de Walt Disney, Adventures by Disney, ha organizado un paquete especial de 8 días en Noruega que, entre otras atracciones, incluye ver la asombrosa Aurora Boreal -que también aparece en la película- y una visita al famoso Geirangerfjord [en la foto], el fiordo que sirvió de ejemplo para concebir el bellísimo reino de Arendelle. Eso sí, no es apto para todos los bolsillos. Cuesta 5.000 dólares por persona y el tirón es tal que las agencias ya piensan en un crucero por todo el país para estrenarlo en 2015. Las noticias sobre Frozen cada vez son más curiosas, como la de una mujer japonesa que le ha pedido el divorcio a su marido, simplemente porque no le gustaba el título de Disney.