Este 14 de agosto ha llegado a las pantallas de cine españolas la única película de Phillip Seymour Hoffman como director, Una cita para el verano. El oscarizado actor falleció a comienzos de este 2014 y es ahora, siete meses después, que el público español podrá disfrutar de esta cinta de 2010 protagonizada por Hoffman y Amy Ryan.
Con motivo de este esperado estreno, en SensaCine hemos hablado con Ryan para conocer cómo fue trabajar junto a Hoffman, y que sintió al interpretar un personaje como Connie, una soñadora que cambia su vida cuando conoce a Jack, un conductor de limusinas que decide afrontar la vida con nuevos ojos y dar un giro de ciento ochenta grados.
¿Cómo fue trabajar junto a Phillip Seymour Hoffman?
Era un hombre fascinante, tenía la risa más generosa del mundo y nunca descansaba hasta que se sentía satisfecho con el trabajo.
¿Cómo era en el papel de director?
Phil se preocupaba profundamente por los matices y me ayudaba a entender y transmitir la complejidad de los pensamientos de los protagonistas. Él amaba a los actores y nos obligaba a dar lo mejor de nosotros, y con Phil, eso era todo lo que querías hacer. Con él siempre estabas inspirado para seguir trabajando.
¿Qué fue lo que te pareció más interesante sobre tu personaje?
Me resultó muy interesante interpretar a una mujer con una imaginación tan rica. Muchas veces esta se mete en su camino hasta que conoce a Jack. En ese momento, ella es consciente de que nunca encontrará un amor como este de nuevo, es muy especial, por lo que se obliga a sí misma a enfrentar sus miedos y deseos.
El resto de los actores principales ya habían interpretado esos papeles en el teatro, ¿te supuso eso algún problema?
Tuvimos el lujo de poder ensayar los papeles durante cuatro semanas y en ese tiempo me convertí en una más del equipo. Además, el guión de la cinta cambió mucho respecto al de la obra de teatro, lo que obligo a John, Daphne y Phil a revisar y modificar sus papeles. De alguna forma, el guión era nuevo para todos nosotros. También fue de mucha ayuda que todos nos conociésemos antes y fuésemos amigos.
Nueva York es casi un personaje más de la película, ¿lo sentías así?
Me di cuenta que Nueva York estaba siendo usada de forma poco habitual. La cinta no tiene las clásicas imágenes de postal que habitualmente aparecen en otras películas rodadas en la Gran Manzana. Algunos de los escenarios son zonas muy poco transitadas, lo que cambia tu perspectiva de la ciudad. Puede que nunca nos hayamos tomado el tiempo suficiente para apreciar determinados edificios que nos rodean o de ir a otras zonas como Queens, pero son unos sitios tan preciosos como los personajes de la cinta.
En España todo el mundo adoraba tu trabajo en The Wire, ¿qué supuso para ti participar en una serie tan importante como esta? ¿Y qué recuerdos tienes de ella?
Era fan de The Wire antes de tener la suerte de poder participar en ella. Siempre es maravilloso formar parte de una pieza de arte que hace que la gente piense diferente. Eramos un elenco muy pequeño, sentíamos que estábamos en familia. Recuerdo los largos horarios de rodaje, los pantalones que no se me paraban de caer por el peso del cinturón y de la pistola de policía, me tuvieron que dar un arma de plástico; recuerdo el frío de Baltimore de noche y las largas fiestas nocturnas.
Alejandro G. Calvo / Cristina Vega Garrandés