El próximo 5 de septiembre llega a las pantallas la nueva cinta de la ganadora de un premio Oscar Caroline Link. Si la directora sorprendió en 2001 con En un lugar de África, ahora lo hace con otra historia centrada en el continente africano y protagonizada por Samuel Schneider (Lost Luck), Ulrich Tukur (Week-ends) y Hafsia Herzi (War Story).
Destino Marrakech narra la historia de Ben, un joven que viaja a la ciudad marroquí para pasar el verano junto a su padre, un hombre con el que apenas mantiene relación. Cuando están juntos, la tensión es palpable, pero poco a poco, y gracias a las influencias de varios personajes, ambos se empiezan a conocer y a superar sus problemas.
¿Por qué elegiste Marruecos para contar la historia?
Quería que padre e hijo se encontraran en un lugar ajeno a su cotidianeidad, de manera que pudieran verse con otros ojos y conocerse de nuevo en algún mundo en el que el padre, el más fuerte normalmente, se convirtiera en el más débil, y el hijo se fortaleciera.
Ganaste el Oscar por En un lugar de África. ¿Por qué te interesa tanto este continente?
Aunque las dos películas transcurren en África, hay pocas similitudes entre Marruecos y Kenia. Bien es cierto que en términos generales me atrae más este continente porque es más pragmático que otros, en comparación con las personas a las que les gusta más Asia por su espiritualidad.
Destino Marrakech es la historia de un padre y un hijo con problemas...
Me interesaba explicar la historia real de muchos jóvenes que crecen sin la figura del padre y tienen una relación muy estrecha con su madre, pero en un momento dado de la pubertad necesitan ese referente masculino paterno y van en busca de él.
Tus películas hablan de familias problemáticas. ¿Qué tiene este tema de especial para ti?
Creo que a través de la familia se puede explicar muy bien cómo funciona una sociedad, gracias a los problemas entre los diferentes miembros de la misma. Supongo que mi interés también se debe a que mi propia familia es muy importante para mí y eso es algo que intento reflejar en mis películas.
En la cinta hay tramas inacabadas y personaje poco explorados. ¿Por qué?
Lo que quería explicar es la historia de un viaje, las distintas influencias o personajes con los que se va encontrando el protagonista y cómo le tocan. Estas personas y hechos son como huellas que dejan en la plancha de cera que, a su vez, son el alma y el corazón de Ben. Karima, por ejemplo, es una persona que tiene una importancia determinada en ese momento de su vida y le deja una huella, pero que no tendrá importancia más adelante y por lo que no se desarrolla su historia.
La película presta mucha atención al paisaje y a la cultura marroquí. ¿Cómo fue rodar allí?
La experiencia que he tenido en Marruecos es que, si llegas y te tomas tiempo para aprender en primer lugar sus reglas del juego, conseguirás muchas cosas. Si llegas con tu dinero diciendo que ya sabes todo, que no tienes nada que aprender y que sabes lo que es bueno y malo, no conseguirás absolutamente nada. Pero si vas con respecto y cierta contención, te van a abrir todas sus puertas.
Destino Marrakech recuerda a la novela de Paul Bowles El cielo protector -llevada al cine por Bernardo Bertolucci en 1989. ¿Hasta qué punto te ha servido de inspiración?
Lo que más me interesó de la película basada en la novela de Bowles era el conflicto tan íntimo de una pareja ambientado en Marruecos. No quería hacer algo tan opulento como esa cinta, sino algo más documental, pero el concepto sí me interesaba mucho.
La película tiene un mensaje muy optimista respecto a las relaciones entre padres e hijos.
Me gustan los finales abiertos. La sensación de que hay alguna vía. De que si hay voluntad, también puede haber algún camino a seguir. Me gusta la grandeza del chico que es capaz de perdonar a su padre y, en lugar de decir "no vamos a llegar a ninguna parte" o "nunca nos vamos a poder reconciliar", es capaz de decirle: "Sí, te perdono y algo podremos hacer en el futuro".
Hace años ganaste el Oscar a Mejor Película de Habla No Inglesa y tras esto has seguido haciendo cine en Europa. ¿No te planteas dar el salto a Estados Unidos?
La verdad es que sí hubo algunos proyectos en marcha que no acabaron saliendo porque la estrella en cuestión acabó no firmando el contrato. En Estados Unidos todo se basa en que las estrellas garanticen la financiación de la película. No tengo ganas de rodar en Norteamérica porque sí, por el simple hecho de rodar allí. Solo lo haré si realmente hay una historia que me interese contar.
¿En qué cine te sientes más cómoda, en el europeo o en el norteamericano?
En el cine europeo. Me gusta el hecho de que se ruede de forma más atmosférica, no tan centrado en historias totalmente construidas.