La última película de Bradley Cooper, El Francotirador, llega a los cines españoles el próximo 20 de febrero, pero hasta llegar a este momento el actor ha tenido que pasar por un duro entrenamiento. Para meterse en la piel de Chris Kyle, Cooper siguió una dieta muy estricta para intentar alcanzar los más de 100 kilos que pesaba el tirador estadounidense en tan sólo tres meses.
"Yo tenía una meta de 13 kilos de músculo. No como culturista, sino para ser como Chris. Él era un hombre muy grande y fuerte", declaró el actor. Una preparación mental y física que requería levantarse a las 5 de la mañana, trabajar durante cinco horas y consumir hasta 6.000 calorías por día. Esta dura rutina hizo que Bradley Cooper desarrollase problemas de espalda, ya que su cuerpo no era capaz de aguantar el peso extra.
Parece que todo ese esfuerzo ha valido la pena, ya que el filme dirigido por Clint Eastwood cuenta con seis nominaciones en los Oscar, incluída Mejor Película y Mejor Actor Principal. Descubriremos cuántas estatuillas consigue durante la gala celebrada este domingo 22 de febrero.