Con menos de 30 años, Kenneth Branagh (Belfast, Irlanda del Norte, 1960) debutó como director con la magnífica Enrique V -inolvidable la arenga del día de San Crispín-, la famosa adaptación de William Shakespeare que le valió dos nominaciones a los Oscar en las categorías de Mejor Actor y Mejor Director. Después llegaron Los amigos de Peter (1992), Mucho ruido y pocas nueces (1993), Frankenstein (1994), Hamlet (1996), La flauta mágica (2006) y más recientemente los 'blockbusters' Thor (2011) y Jack Ryan: Operación sombra (2014). Y eso sin contar su carrera como actor. Ahora, Branagh nos deslumbra con una nueva versión de Cenicienta, la película de acción real de Disney que, con Lily James (Downton Abbey) y Richard Madden (Juego de tronos), se estrena este viernes 27 de marzo.
Desde los fantásticos vestidos de Sandy Powell (La reina Victoria, El aviador) hasta las magníficas interpretaciones de Cate Blanchett y Helena Bonham Carter como la madrastra y el Hada Madrina del cuento, todo en Cenicienta exuda magia. Y no se trata de un encantamiento que embelese exclusivamente a los niños, sino también a los adultos. Pero por encima de todo, y a pesar de mantenerse fiel al cuento casi al 100%, predomina la intención de Kenneth Branagh por modernizar la trama: la heroína, más independiente; el príncipe, con mayor protagonismo; la madrastra, con una vileza no irracional sino basada en su experiencia. Guiños a La edad de la inocencia de Scorsese, El gatopardo de Visconti. Con Branagh hemos hablado de todo eso y mucho más antes del estreno del filme que, por lo demás, ya es un éxito. Abrió en EE.UU con 70 millones de dólares y lleva recaudados más de 250.
¿Qué se siente al pasar de dramas 'shakesperianos' a 'blockbusters' como Cenicienta o Thor?
Que yo no tengo el dinero (Risas). Pero me gasto el de los demás. En este caso ha sido Dante Ferretti quien se lo ha gastado. Pero para mí el proceso siempre es el mismo: el guion, la historia, los personajes, el reparto... Y en medio de ese viaje intentamos descubrir de qué va la película. Y en ese sentido da exactamente igual que estés rodando un cuento de hadas o una adaptación de Shakespeare.
¿Por qué Cenicienta? ¿Acaso porque crees en los cuentos de hadas?
Me considero romántico y optimista por naturaleza. Y sí que creo en aquello que los cuentos de hadas provocan en nosotros. Tienes la sensación de que no nos cuentan tanto pero, en realidad, tienen más profundidad de que lo que pensamos. Mi cuento favorito cuando era niño siempre fue Pinocho, no Cenicienta. Pero cuando me pidieron que hiciera la película, me sorprendió y sentí mucha emoción.
En el mundo de Los juegos del hambre, ¿se puede permitir Disney el lujo de no ser feminista?
La pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Qué entendemos por feminismo y por fortaleza? Uno de los factores que más me llamó más la atención cuando me ofrecieron Cenicienta es que presenta un personaje con una fortaleza silenciosa. Y esto no es una critica hacia ninguna otra película o personaje. No quería que Cenicienta fuera poderosa al dotarla de armas o elementos masculinos: un arco con flechas o lo que fuera... Teníamos la oportunidad de presentar una fuerza espiritual en la que la resistencia basada en la no-violencia fuera plenamente voluntaria. La decisión de permanecer en esa casa es una decisión buscada. Algunos no estarán de acuerdo, pero yo pienso que ese es el caso. Y eso se apoya en otro mundo y en otra clase de personaje. Hablemos de feminismo o de fortaleza -desconozco si son las palabras adecuadas-, creo en que pueden existir diferentes tipos, ya sea en Disney o no.
No hay ni ironía ni posmodernidad en la película. ¿Es el truco para llevar un cuento al cine?
Es muy fácil nombrar el mensaje de esta película: tener coraje y bondad. Pero conseguir llevarlo a cabo es mucho más difícil. Podría parecer hasta simplista. Pero es un buen comienzo para un comportamiento civilizado. No quería trabajar fuera de ese mensaje. Me apetecía apoyarme en su fortaleza que, al fin y al cabo, es la moraleja de muchos cuentos de hadas. Sé que suena inocente pero, ¿por qué burlarme?
¿Cómo decidiste afrontar el baile y la transformación de Ella en Cenicienta?
En el caso del Hada Madrina, lo único que hice fue quitarle la correa a Helena Bonham Carter. Y hacer lo que sabe hacer. Lo primero que me dijo fue: "Necesito tener alas". Me contó que su hija le había dicho eso y había que ponerle alas. Improvisamos bastante en la secuencia y queríamos que la nuestra fuera distinta a otras versiones. De ahí que la calabaza se convierta en carroza dentro del invernadero. También queríamos que su sentido del humor rozara lo lunático. Tiene bastante de Shakespeare, como El sueño de una noche de verano.
¿Y para el baile?
Para el baile, el objetivo que perseguíamos es que el espectador se sintiera parte de él; se sintiera invitado. Y espero que lo hayamos conseguido. Había muchísima emoción y, como al universo le gusta conspirar, Lily James acabó llegando tarde al baile. Estaba resfriada y no pudo rodar al primer día. Empeoró y tampoco pudo acudir al segundo día. Estábamos a punto de grabar el baile y no teníamos Cenicienta. Entonces la llamé y le dije que tenía que empezar a grabar y que iba a utilizar a una doble, muy, muy lejos. "No me digas más", me contestó. "Estaré ahí mañana por la mañana". Había mucha emoción por rodar el baile; y no sólo entre las mujeres, sino también entre los electricistas del equipo.
¿Por qué lleva Ella el mismo vestido antes de su transformación? ¿Para reforzar su presencia?
No sabría decirte. Es verdad que se mantiene su silueta y su color durante todo el metraje... Quizá, pero sólo quizá, fue para explicar que a Ella, a diferencia de sus madrastra y hermanastras, no le importaba la ropa. Le importaba más leer, los viajes de su padre o todo lo que contenía la casa: un hogar de personas cultivadas. También es un personaje reconocible y recurrente que, a pesar de los cambios, se mantiene inamovible en la historia. Me gustaría pensar que fue intuitivo, pero también puede que sea muy vago.
¿Cuál dirías que es el nexo de unión o la temática común de todas sus películas?
Para ser sincero, no lo sé. Y sería bastante peligroso buscarla, porque mi siguiente proyecto tendría que estar siempre relacionado con esa temática. Me gusta mucho sorprenderme. Pero sí que veo categorías o fases. Uno de los nexos de unión es Patrick Doyle, que desde Enrique V ha escrito unas 11 bandas sonoras para mí. También podría mencionar el romanticismo. La pérdida. La pérdida de los padres. La relación con la muerte y cómo la aceptamos. Si eres Frankenstein, cómo la desafías; si eres Hamlet, cómo descubres qué es exactamente y cómo la causas. ¿Puedes tomar una vida? Y por debajo de todo eso, una simple pregunta: "¿Qué es aquello que hace que los seres humanos seamos felices?".