Después de dar vida al incansable Bryan Milss hasta en tres películas de la saga Venganza, Liam Neeson (Ballymena, Irlanda del Norte, 1952) estrena este viernes 17 de abril la cinta de acción Una noche para sobrevivir donde, además, vuelve a repetir a las órdenes del director Jaume Collet-Serra (Barcelona, España, 1974). El irlandés se mete en la piel de Jimmy 'El Enterrador' Conlon, un hombre perseguido por su antiguo -y sádico- jefe mafioso, interpretado a su vez por Ed Harris (Una mente maravillosa). Cuando la vida de su hijo (Joel Kinnaman, Escuadrón Suicida) corra peligro, el personaje de Neeson tendrá que elegir entre su familia criminal y su verdadera familia, a la que dejó abandonada años atrás.
¿Qué dificultades ha habido en el rodaje al condensarlo todo en una noche?
Jaume Collet-Serra: Lo que tienes que conseguir es que el paso del tiempo tenga lógica dentro de la historia. Hay momentos donde utilizamos el tráfico o un partido de hockey para que el personaje de Liam pueda escaparse de sus perseguidores. Para mí lo fundamental fue crear un espacio y un tiempo. La idea original no transcurría en una noche. Ocurría en tres días, creo. Pero pensé: "¿Por qué no?". Limitar la acción a una noche creaba una sensación de urgencia. Y el espacio es Nueva York, así que el reto era capturar Nueva York durante toda una noche: la puesta del sol, el anochecer... La ciudad y cómo es. Y para conseguir eso tuvimos que rodar la ciudad con una cámara durante tres noches.
Liam. Has trabajado tres veces con Jaume y ahora lo has hecho con J.A. Bayona en Un monstruo viene a verme. ¿Qué tienen los directores españoles?
Liam Neeson: No se puede generalizar, pero sí me gusta mucho trabajar con ellos. He hecho ya tres películas con Jaume (Sin identidad, Non-Stop (Sin escalas), Una noche para sobrevivir) y espero hacer cuatro o cinco en total. Y con Bayona ha sido estupendo trabajar. Mi trabajo con él sólo duró tres semanas y le admiro muchísimo. Me gustó mucho Lo Imposible y disfruté mucho colaborando con él.
Después de trabajar en tres películas. ¿Qué virtudes destacais el uno del otro?
L.N.: Nos entendemos muy bien y no tenemos que hablar demasiado. No analizamos mucho ni cada escena ni cada situación y sabemos exactamente qué va a funcionar. Me encanta trabajar con él. Otros directores se dedican a hablar y hablar y a analizar y no se ponen a trabajar. Y realmente, creo que es en medio de la acción cuando se ven las dudas y se ve lo que funciona y lo que no para hacer correciones.
J.C.S.: Es un grandísimo actor. Es un lujo tenerlo. Es muy profesional y se dedica en cuerpo y alma al proyecto. Sobre todo en este tipo de películas que requieren una exigencia física, hay que estar en las peleas, hay que hacer coreografías y entrenar los días que no estás grabando... Y él siempre está ahí. Ahora ya es más un amigo que un compañero de trabajo.
'Remakes', 'reboots', 'secuelas'... ¿Se puede escapar de ellos y seguir en la industria?
J.C.S.: Yo lo intento. Y eso que mi primera película era un 'remake' (La casa de cera) y la segunda una secuela (¡Goool 2! Viviendo el sueño). Y... Desde entonces he intentado no repetir esa experiencia. No creo que lo consiga durante mucho tiempo, para ser honestos. Los estudios más grandes van a lo seguro. Pero nosotros seguimos intentando hacer ideas originales y es lo que nos gusta. El público pide ideas originales y los estudios tendrían que recompensarles un poco y hacerlas. Eso no quiere decir que no haya 'reboots' y secuelas muy buenos. Seguro que mi próxima película será un 'reboot' o una secuela.
¿Cuáles han sido vuestros momentos favoritos del rodaje? ¿Y más difíciles?
L.N.: Es muy difícil elegir una sola escena porque hemos rodado muchísimas, sobre todo durante la noche. Estás un poco condicionado por el tiempo y te ciñes al tiempo de rodaje. Jaume estaba estresado, aunque no se notaba, pero yo me daba cuenta porque le conozco. Pero no sabría elegir una en concreto.
J.C.S.: Para mí, uno de los momentos más satisfactorios fue cuando 'SPOILER' rodé la muerte de Ed Harris en el amanecer. Hoy es algo casi imposible porque tienes que rodar a las tres de la mañana, convencer a los productores... Realmente estás pagando por dos días para hacer un plano. Y lo rodamos en 20 minutos. Cuando haces algo tan difícil en tampoco tiempo y sale, es muy satisfactorio.
Liam. ¿Cómo has evolucionado como actor desde que empezaste?
L.N.: Me siento muy afortunado. En mi carrera he podido hacer 73 películas y me sigue apasionando todo el proceso. De hecho, me gusta más pasar tiempo con todo el equipo que con los propios actores. Disfruto muchísimo y tengo mucha suerte por haber podido trabajar con gente como Jaume. Porque al haber trabajado más veces, aparte de cómo es él, también estamos más cómodos el uno con el otro. Podemos investigar más a fondo y ahondar más en los personajes y en el proceso de cómo contar esa historia. En el proceso que va de la acción a la película creo que puede pasar cualquier cosa.
La película tiene mucho de 'western'. ¿Cómo se planteó antes del rodaje? ¿Estaba pensado?
J.C.S: Los vimos enseguida. Estaba en el guion. Les pega mucho a este tipo de personajes con destinos y con temas clásicos como que los hijos pagan por los pecados de los padres. Hay mucha acción clásica.
¿Qué otras influencias habéis tenido para la película?
J.C.S.: Películas del género 'western' y también las coreanas, que son muy parecidas. No tienen nada que ver, pero en el fondo sí. También nos hemos apoyado en historias reales de la mafia, los 'Westies', documentales... Me leí todo lo que encontré; no sólo sobre la mafia irlandesa, sino sobre todas las familias. Para saber un poco cuál era la historia, cuáles eran las relaciones, cómo murieron... Intentar que esta historia tuviera unos hilos de conexión con la realidad. Lo vemos, por ejemplo, cuando Liam menciona a Mickey Featherstone, que fue un gánster legendario de los 'Westies'.
Liam. ¿Es verdad que vas a dejar el género de acción en dos años?
L.N.: Es por la edad, básicamente (Risas). Siento demasiado respeto por mi público y todavía cuela que me pase toda la noche corriendo intentando sobrevivir. Pero escalar edificios, saltar de uno a otro... Llega un momento en el que la gente piensa: "¡Venga ya!". Un par de años más y creo que ya está bien.