Sexo fácil, películas tristes se estrena este jueves 24 de abril en cines. Es la primera película dirigida por Alejo Flah, de la que también ha escrito el guión. Tras hablar con uno de sus protagonistas, Quim Gutierrez, también hemos podido entrevistar a Marta Etura, protagonista femenina de la cinta.
¿Crees que el amor de las películas es posible en la vida real?
Depende. Hay películas que reflejan un amor muy irreal e idealista y hay otras que reflejan un amor muy real. En nuestro caso, creo que es una historia muy real y creo que es uno de los atractivos de la película, que uno va a verla y va a poder empatizar con los personajes. Además, hay algo que está muy bien y que me gusta mucho, y es que tiene capas de realidad y de ficción. Está el espectador que ve la historia del escritor y el escritor que ve la historia del guión de la película. Y tienes una historia real donde tú puedes identificarte donde la vida está llena de problemas, de lucha, de momentos maravillosos y de crisis. Además, también tienes la historia que él escribe, que es la comedia romántica y es lo más fantasioso. Esto nos enseña que es fundamental soñar. Soñar es el motor fundamental para cumplir los deseos.
La película reinterpreta los clichés y se burla de ellos. ¿Cuáles son los que más te gustan en una comedia romántica?
Igual es porque he interpretado el personaje de Marina, pero hay uno que me gusta mucho y es cómo las mujeres son las que llevan la acción en una historia de amor. Las mujeres tienen este cliché y es muy cercano a la vida real: llevar la acción, ser más valientes, más comprometidas, tomar decisiones... Ya no sólo a la hora de tirar hacia adelante, sino también a la hora de terminar. Igual es porque yo he hecho de Marina y me gusta esto de la mujer muy valiente, que apuesta a muerte y está llena de pasión.
¿Te identificas mucho con Marina?
Bueno. Creo que sí que tengo muchas cosas en común con ella. Aunque tengo más miedos que ella, sí me considero una persona muy apasionada y muy de acción, de llevar las cosas a cabo.
¿Cuál es la diferencia entre hacer una comedia romántica y disfrutarla?
Yo las disfruto más haciéndolas. Me apasiona mi trabajo, me encanta rodar y esta película ha sido de esas que es una gozada hacerla. Ha habido un equipo brutal. Trabajar con Quim es una maravilla porque es un hombre con una verdad maravillosa y con el que tengo una confianza muy grande porque ya he trabajado varias veces con él. Hay muy buena quimica y, además, creo que eso se refleja en la película. Y luego, porque ha sido maravilloso trabajar con el director y con todo el equipo.
¿Cómo ha sido volver a trabajar con Quim? ¿Ha resultado más fácil o más difícil?
Para mí es muy fácil trabajar con Quim. Pero realmente fue fácil desde el primer momento, cuando hicimos la prueba de Azul oscuro casi negro. Tiene una sensibilidad extraordinaria porque, normalmente, los chicos tienen la sensibilidad menos desarrollada que las chicas a nivel interpretativo y, en general, en la vida. Y de repente, me encuentro con un actor que tiene una sensibilidad maravillosa, con el que es muy fácil trabajar y con el que además me entiendo de maravilla. En esta película ha sido más gratificante en el sentido de que, al ser una comedia, la preparación era un poco más lúdica. En las otras, al ser un drama, la preparación era más personal y de concentración. Aquí ha sido todo lo contario.
Marina tiene que elegir entre el trabajo y el amor. ¿Cuál hubiera sido tu posición?
Ella elige trabajar y proponerle que vaya con ella y creo que eso es lo mejor. No quiere prescindir de nada y creo que esa es la mejor opción. Si yo tengo que irme a trabajar fuera y tú puedes trabajar desde cualquier lugar del mundo, pues vente conmigo. Yo hubiese hecho lo mismo que Marina. Me hubiese ido a trabajar y le hubiera pedido a él que me acompañase.
¿Crees que en el cine las comedias románticas están poco valoradas? ¿Por qué?
No. Yo creo que no hay que valorar una película por su género. Creo que es un error enorme. Las películas hay que valorarlas por si son buenas o si son malas. Hay películas románticas maravillosas y otras que dices: 'Dios mío". Pero como cualquier otro género... También creo que influye que, en los últimos años, las comedias románticas norteamericanas han sido muy poco interesantes y muy previsibles. Pero en la comedia romántica de los 90 hay algunas maravillosas.
¿Piensas que en los premios juegan de igual a igual con otros géneros?
Sí, por supuesto.
¿Ha propiciado Ocho apellidos vascos el 'boom' de las comedias románticas?
No sabría decirte. Pienso que es una película que ha hecho bien a la taquilla española. A la gente lo que le gusta es ver buenas películas. Hemos vivido una crisis muy larga y profunda y los espectadores tienen ganas de reírse.
¿En el cine es más complicado hacer llorar o hacer reír?
Hacer reír es mucho más difícil. Todos sabemos tocar la fibra pero el humor es muy difícil y hay que ser muy inteligente y muy brillante. No hay mayor complejidad que una buena historia a través del humor.
Era la primera película de Alejo. ¿Cómo ha sido trabajar con él?
No parecía su primera película. Alejo ha escrito muchos guiones y eso se nota porque tenía muy claro la historia que quería contar y cómo eran sus personajes. Cuando te encuentras un director que tiene muy claro todo esto, quiénes son y qué les pasa en la escena, para un actor es un lujo. Te sientes protegido. Estás haciendo algo donde tanto los actores como el director tienen claro dónde quieren ir y cómo es el recorrido. También nos ha dado libertad para improvisar y eso para un actor es muy bueno.