Si te gustaron Full Monty (1997) y Billy Elliot (2000), no puedes perderte Pride (2014)… Así se anunciaba recientemente una de las mejores películas del año, una comedia sobre la unión entre una asociación LGTB y un pequeño pueblo minero durante el mandato de Margaret Thatcher. Pero, ¿está justificada la conexión entre los tres títulos o es una mera estrategia comercial? Pues, por una vez, la publicidad ha dado en el clavo, porque las tres películas —todas ellas muy recomendables— comparten mucho más que el tono y la nacionalidad. A ellas va dedicado este artículo como celebración del Día del Trabajador.
Dirigida por el dramaturgo británicoMatthew Warchus (quien, hasta ahora, sólo tenía otra película en su haber: Círculo de engaños, 1999),Pride (Orgullo) nos traslada al Reino Unido en 1984, cuando el desastre laboral causado por la mano de hierro de Margaret Thatcher dejó a muchas familias en la calle.
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