Uno de los pensamientos más generalizados sobre las películas de Pixar es la idea de que estas incluyen bromas y referencias que los niños no pueden entender, aunque estos trabajos parezcan estar dirigidos a personas de corta edad. Pete Docter respondía a esta incógnita asegurando que en la compañía son conscientes de que existen ciertos conceptos que los niños no pueden asimilar y que esto se produce porque no piensan que la animación sea algo exclusivo de los niños, lo que les lleva a basarse en cosas que agrada a gente de su edad y en sus propias experiencias. Estas ideas son desarrolladas exclusivamente por trabajadores de Pixar, ya que como comentaba el director durante la clase magistral, la compañía no acepta ideas que no hayan sido creadas dentro de la empresa.
Tras esto, Jonas Rivera decía que su hijo de cuatro años no era capaz de entender todas las bromas que incluían las películas pero que al menos se reía viendolas. Mientras que Docter bromeaba diciendo que cree que su madre de 76 años si que tenía edad suficiente para pillar las ideas.