La opinión que tenía el público sobre Alec Baldwin cambió por completo en 2007 cuando Kim Basinger reveló un mensaje que el actor había dejado a su hija de 12 años, Ireland. En él se podía escuchar el cabreo monumental de Baldwin al descubrir que la pequeña tenía el teléfono apagado cuando él tenía programado llamarla. Entre otras cosas, le llamó "cerdita grosera", dijo que no le importaba si era una niña de 11 o 12 años -¿no sabe la edad de su hija?- y calificó a Basinger de "un grano en el culo sin pensamientos".
Sin embargo, parece que este caso está olvidado y Baldwin ha encauzado su carrera cinematográfica.