Quentin Tarantino ha gozado de gran éxito a lo largo de toda su carrera, pero el estreno en 2007 de la cinta doble Grindhouse fue toda una sorpresa que no terminó de convencer al público. El mítico director concedió una entrevista a Vulture para promocionar su última película, The Hateful Eight, y le preguntaron si Malditos Bastardos y Django desencadenado se acercaban más al resultado que espera en taquilla. Aunque al principio lo negó, Tarantino reconoció que había aprendido una cosa de Grindhouse:
"Aprendí una gran lección con Grindhouse e intento no repetir el error. Robert Rodriguez y yo nos habíamos acostumbrado a ir a nuestra manera, por esos extraños caminos, y que el público nos acompañase. Habíamos empezado a pensar que irían por donde quisiésemos. Con Grindhouse resultó que no era así. Sigue valiendo la pena haberlo hecho, pero hubiese sido mejor si no hubiésemos sido tan inconscientes de lo poco interesada que estaba la gente".
Tarantino ya ultima los detalles de su próximo proyecto, The Hateful Eight, película que sigue a un cazarrecompensas y su prisionera en su camino hacia Red Rock para entregarla ante la justicia. Durante su viaje se topan con dos extraños: Marquis Warren y Chris Mannix. Todos buscarán refugio en la posada de Minnie Haberdashery cuando el temporal de nieve en las montañas de Wyoming les haga desviarse del camino. The Hateful Eight llega a las salas de cine de EE.UU. el 13 de noviembre.