Aunque Andrew Garfield ha dicho hace poco que no quería hablar en público de su experiencia en The Amazing Spider-Man y The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro, lo cierto es que el actor se está despachando a gusto. En una entrevista reciente con The Playlist para hablar sobre 99 Homes, el británico ha comentado los retos inherentes a una película de estudio y ha comparado su etapa como Peter Parker a estar en prisión.
"La presión de hacerlo bien, de contentar a todo el mundo... Es algo que no va a pasar... Acabas disgustando a todo el mundo o contentándoles un poco. En plan: "Eh, ha estado bien". [Las películas] van dirigidas a todo el mundo y es así: "Queremos que les guste a los hombres blancos de 50 años, a los adolescentes gays, a los racistas homofóbicos de las zonas más conservadoras, a las niñas de 11 años". Es como enlatar Coca-Cola".
En la misma línea, Andrew Garfield ha hablado sobre lo que sintió cuando, no del modo más elegante, el acuerdo entre Marvel y Sony le arrebató las telarañas en favor de Tom Holland. "Fue una especie de decepción. Especialmente para los que intentamos dotar [a la franquicia] de alma, de hacerla única, de hacer algo por lo que mereciera la pena pagar. Se trataba de autenticidad, de hacer algo estimulante y verdadero. Pero al mismo tiempo, entiendo que la gente quiera hacer dinero [...] No puedo vivir así; se parece a estar en prisión, para ser sincero, vivir con esas expectativas". ¿Se refiere a los productores Avi Arad a Matt Tolmach?
Sea como fuere, el actor no reniega de los 'blockbusters' y está dispuesto a intentarlo de nuevo. ¿Por qué no otra película de superhéroes? "Con una película como The Amazing Spider-Man hay mucha proyección y expectación inherentes a adaptar una historia y un personaje así. Estaba listo para el reto, y aún lo estoy. No voy a dejar escapar algo que vaya a ver mucha gente". ¿Te lo imaginas como otro superhéroe? Recuerda los casos de Chris Evans con La Antorcha Humana/Capitán América y a Ben Affleck con Daredevil/Batman.