Nikolaj Coster Waldau deja atrás su papel como Jaime Lannister para hacer de un padre totalmente diferente en la nueva película de Susanne Bier titulada Una segunda oportunidad que se estrena este viernes 11 de septiembre.
El filme gira en torno a Andreas y Simon, dos amigos agentes de la policía que llevan vidas muy dispares. El primero vive apaciblemente con su esposa, mientras el segundo acaba de romper su matrimonio y se pasa la vida de bar en bar.
En Sensacine, hemos tenido oportunidad de hablar con la estrella más reconocida de Juego de Tronos:
¿Qué piensas del dilema moral que tiene tu personaje en la película?
Es lo que es: la pieza básica del drama. Entiendo lo que hace mi personaje, compartirlo ya es otra cosa. En la primera secuencia de la película queda claro que ahí hay algo que no funciona. Que está mal. Que hay que cambiarlo. Cuando la película plantea su giro dramático… eso es algo a lo que se tiene que enfrentar cada uno a su manera. A la gente le gusta juzgar a los demás, como si eso no fuera con ellos. Esta película te pone en la posición del protagonista, lo que no es una situación del todo cómoda. Hay que ir sorteando los dilemas a los que te enfrenta la vida lo mejor posible, así es como vamos navegando a través de los días.
En Mamá tu personaje tiene problemas con su hija adoptiva, en Una segunda oportunidad vives un drama con tu bebé y en Juego de Tronos… tampoco es que te vaya muy bien como padre. ¡Es muy difícil ser tu hijo en la ficción!
[Se ríe] Lo sé, lo sé… Cualquiera que haga de padre en una película sabe que va a tener que acabar sufriendo. Esos proyectos que coges fueron así, he hecho muchas otras cosas donde la vida me va mucho mejor. Todos son personajes, no seres vivos reales. Y todos son muy atractivos.
¿Por qué elegiste este proyecto para regresar a trabajar en Dinamarca?
El guión era muy potente. Susanne Bier es una directora que me fascina. Así que era una oportunidad que no podía rechazar. Y el extra, claro, era que rodábamos en Dinamarca. Así podía estar con mis hijos. Los cuales a estas alturas ya creen que su padre es una figura pixelada en la pantalla.
No llegan muchas películas danesas a nuestra cartelera, pero si nos basamos en ellas se podría decir que en Dinamarca sufrís mucho…
[Risas] ¿Por qué creéis que siempre venimos a España de vacaciones? Pero sí que hacemos comedias en Dinamarca, lo que pasa es que no se exportan mucho. Igual es que no son muy divertidas. Vosotros también tenéis muchos dramas, mucho suficientemente… Quizás sea una cosa cultural. O simplemente que la comedia se exporta peor, especialmente en festivales de cine.
¿Cómo gestionas el éxito derivado de tu protagonismo en Juego de Tronos?
Me llegan muchos más guiones, de hecho. Así que tengo más dónde elegir. Por lo que todo es mucho más fácil que hace diez años.
Han cambiado mucho las cosas desde New Amsterdam…
Desde luego. Llevo 20 años en esto, así que llegar a una ciudad como San Sebastián y vivir la locura con la que se me recibió, no deja de sorprenderme. Y halagarme. Todo es gracia a Juego de Tronos, claro. La vida de un actor es como vivir en una montaña rusa.
¿Te gustaría trabajar con directores daneses como Lars Von Trier o Nicolas Winding Refn?
Hay muchos directores con talento con los que me gustaría trabajar. Soy muy fan de Lars, a mí me encantaría. A ver si me manda algún guión.