"Hola, mi nombre es Íñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir". La frase de La princesa prometida es una de las más recordadas del cine, aunque parece que los pasajeros de este vuelo no han visto la película de Rob Reiner. Wynand Mullins decidió ponerse una camiseta con las famosas palabras para viajar desde Sydney a Nueva Zelanda con la compañía Qantas, pero la azafata le pidió que se la quitase porque el resto de viajeros se sentían intimidados.
Según informó The Mary Sue cuando la noticia salió a la luz, Mullins no pudo evitar reirse junto a su compañero de asiento y, aunque quiso seguir las órdenes de la azafata y cambiarse de camiseta, no encontró otra ropa para ponerse. Después de lo ocurrido, ha declarado que "la experiencia fue un poco exagerada pero también cómica".