Darío Grandinetti protagoniza el biopic Francisco: el Padre Jorge junto a Silvia Abascal en el papel de una periodista española que investiga el emocionante viaje del jesuita Jorge Mario Bergoglio.
Con motivo de ello, en Sensacine hemos podido hablar con el actor para que nos cuente los entresijos de interpretar a un personaje histórico actual:
Has tenido varios proyectos tras Relatos salvajes ¿Pero cómo ha sido ese cambio radical de esa exitosa comedia a un drama como Francisco?
Es algo a lo que los actores estamos acostumbrados, a jugar a ser otro y además entre una película y otra hubo mucho tiempo. No fue una dificultad tener que cambiar de un personaje a otro. Me parece que son mitos urbanos. Termina la función y termina, lo que queda es una carga de la energía de uno que tiene que bajar. Es difícil terminar una obra de teatro, irte a tu casa y dormir enseguida. Pasa un tiempo, pero no porque tengas el personaje metido. Pasa lo mismo en este sentido de cómo cambiar de un personaje a otro, es mi trabajo.
Siendo creyente o no ¿Has tenido que recurrir a una parte tuya espiritual o no te ha hecho falta?
Un poco de todo. Yo soy un hombre de fe, la fe no es solo religiosa y en ese sentido me atrae mucho el personaje de Bergoglio en función de eso, un hombre de una fe inquebrantable con la que anduvo por ahí con ella por delante. Yo soy un hombre de fe en las conductas humanas, yo tengo fe en la naturaleza humana. Yo creo que somos más los buenos en el mundo que los malos.
¿Y crees que la gente pensará que es demasiado pronto para haber hecho ya una película sobre el Papa?
No sé, por otra parte, ésta no es una película sobre el Papa si no sobre Bergoglio. Entonces, ¿meterse ya en la película de un papa? No se si alguna vez eso ocurrirá y de qué manera porque si no ficcionas ¿cómo la haces? ¿Y quién te va a contar la verdad de ciertas cosas? A mi me encantaría haber sabido como a todos cómo fueron los encuentros previos entre Francisco, Obama y Raúl Castro o con sus secretarios del estado. De golpe salió la noticia de que se iban a juntar y de que todo estaba casi resuelto gracias a la intervención de Bergoglio. Sería fantástico saber cómo fue. Ahora, debe ser muy atractivo para un ser humano y para un animal político para estar en esas circunstancias, yo creo que más allá de todo debe haber disfrutado con poder hacer eso.
¿No ha intentado o le gustaría tener un encuentro con el Papa?
Si claro, a quién no le gustaría. Eso va más allá de haber hecho la película y de haberle interpretado. Tener un encuentro y hablar con una persona que está haciendo todo lo que está haciendo y que está volviendo a poner en valor la política. Este es un momento del mundo en el que no se puede obviar la política. Todo son decisiones políticas. Decirle ahora a la iglesia que no hay lugar para los inmigrantes es una decisión política o cerrar la frontera también lo es. Y el Papa, que es un líder político en el cargo en el que está, lo está ejerciendo a una dirección más amable, hacia las minorías. Y frente aquello que en algunos casos ha sido siempre un tabú para las iglesias, la homosexualidad, el aborto, el divorcio…El mundo está cambiando.
Uno de los aspectos que más caracteriza al Papa es que es muy humilde ¿Qué crees que pensará sobre esta película?
No me lo imagino viéndola. Bueno, no lo sé, tampoco pasaría nada si se sienta y la ve, uno no lo juzgaría mal por eso, pero para él tal vez tenga una connotación superficial, está metido en temas de verdad profundas y complicados. Mi fantasía seria que la vea y que diga que es una maravilla y que los miércoles en la plaza de San Pedro recomiende su película (risas).
¿Te enfrentas con Silvia Abascal que podría ser como el punto de vista opuesto? ¿Cómo fue el trabajo con ella?
Fue muy fácil, nos pusimos de acuerdo rápidamente. No tuvimos que pautar nada. Fluyó muy orgánicamente el trabajo. La verdad es que muy bien.
A modo de curiosidad. Tienes escenas en la Capilla Sixtina ¿Se trata de un set de rodaje?
Si, aquí en Madrid se hizo. En un plató. Se pone por post-producción unas imágenes que el Vaticano te vende. Y te digo que el sitio donde rodamos era impactante todo lo que se montó.
Hemos visto también que se cuenta varias etapas de la vida del Papa ¿Cuál ha sido la más difícil de rodar o interpretar?
Había un monólogo, una de las homilías que me tenía preocupado por cómo hacerlo que es uno de la que habla sobre la corrupción y el trabajo esclavo que hay en la ciudad, no por nada particular si no por encontrar ese manera de hablar casi discursiva con la que se habla en una homilía pero convertirla en algo que tuviera una llegada directa que fuera sin ‘bergoglismos’ pero sí con esta cosa directa del hombre de la calle que se apoya en eso para que su discurso sea entendible. Eso era complicado, pero bueno, después lo que más me gustó fue el momento que lo eligen Papa. Porque supongo que debe de haber pasado la película de su vida en ese momento. Ese fue el momento que disfruté rodando, que fue muy cortito por otra parte.
Después de haber interpretado al Papa ¿Qué otro personaje histórico te gustaría dar vida?
Ya he hecho ya a Gardel, a Fangio, a Neruda y ahora el Papa. Me ha tocado a hacer a muchos y a algunos no tan conocidos aquí en España como Haroldo Conti, un gran escritor. Cuendo era joven sí quería ser Che Guevara, hace 30 años, y hace menos también. Me ofrecieron hacerlo pero no estaba de acuerdo con el proyecto ni con lo que se contaba, ni con el tiempo que había para hacerlo pero me quedé con las ganas de interpretarle.
Tienes también pendiente de estreno Silencio de Almodovar ¿Qué nos puedes contar sobre ella?
Nada. Shhhilencio (Risas) Es un gran guión. Fue fantástico trabajar con Pedro y que además te vuelva a llamar es una muestra de confianza que los actores agradecemos cuando trabajamos con un director que sabemos que confía en nosotros, es todo mucho más fácil. Así que fue otro gran aprendizaje para mí. Llevo un año de dos películas que me han hecho muy bien como persona.
Su segmento inicial de Relatos Salvajes fue espectacular…
Sí, es muy divertido. Cuando vine para aquí a Madrid vine en Iberia y yo normalmente viajaba en aerolíneas. Así que subo y había un señor que prepara los aviones, un argentino, y cuando me ve me dice: ‘¡ojo! Su santidad, bienvenido’. Y la azafata lo miró y le empezó a contar que era una actor argentino que acababa de hacer al Papa e hice una película en un avión y empezó a contarlselo a todos. Las azafatas ya se reían.
¿Tienes otros proyectos a parte de Silencio de Almodóvar?
Ahora vuelvo a Buenos Aires, voy a hacer una serie para televisión sobre unos cuentos de Rodolfo Walsh que también me llamaron para hacer de él pero dije que no. Y una película que dirigirá Fernán Mirás que es un actor argentino y que es su primer trabajo como director. Eso es lo próximo que haré, el lunes concretamente empiezo.