La historia de la cantante Amy Winehouse impactó a medio mundo cuando se conoció la noticia de su trágica muerte el pasado 23 de julio de 2011, algo que el documental Amy (La chica detrás del nombre) volvió a sacar a la luz. La película removió algunas conciencias y parece que Tailandia se lo ha tomado en serio.
Según informa Associated Press, los trabajadores sociales del país asiático llevaron a varios jóvenes de un reformatorio a la proyección del documental, con el objetivo de que ese ejemplo les ayudase a superar su problemas con el alcohol y las drogas: "Creo que la historia de Amy es una historia real que refleja problemas reales de la sociedad, especialmente entre los adolescentes. Cuando Amy se sintió muy presionada, perdió el control y comenzó a beber. [...] No es demasiado tarde para que los estudiantes encuentren su don y aprendan de sus errores", declaró Kamron Chudecha de Stop Drink Network.