En este caso, la película se inspira levemente en unos crímenes reales ocurridos en Australia durante los 90. Ivan Milat se dedicaba a asesinar a jóvenes mochileros en el suroeste de Sidney. La policía encontró varios cuerpos sin vida de personas entre 19 y 22 años en el bosque estatal de Belanglo, con unos meses de diferencia, por lo que comenzaron a sospechar que se trataba de un asesino en serie.
Finalmente, gracias a la ayuda de una joven que había salvado a otro viajero de caer en las garras de Milat, llegaron hasta él y lo condenaron a 18 años de cárcel.