Hace 60 años, James Dean conducía su Porsche 550 Spyder, llamado "Little Bastad", por una carretera costera de California cuando un Ford se cruzó y no pudo esquivarlo. Tras su trágico fallecimiento comenzaba una leyenda, no sólo por los mitos que rodean su muerte, sino por el recuerdo del mítico actor. El obituario que se publicó por aquél entonces en TIME le presentaba como "el actor joven más prometedor de 1955".
Para celebrar el aniversario de su muerte, ese mismo medio ha querido rescatar de su archivo la última fotografía conocida del actor con vida. En ella aparece el protagonista de Rebelde sin causa posando junto a su coche en la gasolinera del área de Sherman Oaks en la que se paró a repostar. Otra imagen que se tomó en el mismo día muestra a Dean junto a su amigo, Bill Hickman, posando triunfales dentro del vehículo.