Fue hace cuatro o cinco años cuando comenzaron las primeras audiciones para Hitman: Agente 47 y allí estaba Rupert Friend. El actor leyó unas líneas del guion para el personaje de John Smith, el adversario del Agente 47 en la película, pero parece que la cosa no fue muy bien porque, como dice el actor de Homeland: "debí de hacer un trabajo terrible porque no me llamaron".
Sin embargo, cuando el puesto del Agente 47 quedó vacante después del trágico accidente que terminó con la vida de Paul Walker, el proyecto decidió darle a él la oportunidad de interpretar a uno de los personajes más icónicos del mundo de los videojuegos. Y así, Friend pasó de villano a héroe.
Rapado, trajeado y con el código de barras en la nuca; Friend nos recibe en una fábrica a las afueras de Berlín entre toma y toma del rodaje de Hitman: Agente 47. Allí, en la ciudad alemana, es donde se está llevando a cabo el rodaje de una escena de acción que se convertirá en una de las más importantes de la película. El actor nos habla de su entrenamiento, de cómo su personaje de Peter Quinn en Homeland le ha ayudado para esta película y de cómo se refleja el mundo de los videojuegos en el cine.
En Hitman: Agente 47 eres un asesino de élite, ¿cómo ha sido el entrenamiento para interpretarle?
He trabajado artes marciales como el karate y el judo y creo que hemos inventado un nuevo tipo de lucha para el Agente 47 porque mi personaje lleva pistolas en ambas manos y no puede utilizarlas. Las tiene totalmente atadas esas armas.
El traje de tu personaje es algo icónico, ¿quién se encargó de confeccionarlo?
El traje pasó por muchas manos, más de las que puedas imaginar. Tuvimos que rogar a los sastres para que lo hicieran porque era algo icónico. Pero, de repente, apareció un 'atelier' de Madrid que lo diseñó. No es nada elástico, por lo que pelear con él es un poco complicado (risas).
¿Conocías el personaje de los videojuegos?, ¿estudiaste sus movimientos para la película?
No soy un gran jugador de videojuegos, pero había oído algo sobre el personaje y jugué para preparar el papel. Por eso, cuando me uní al proyecto quería hacer todo lo que me parecía importante sobre el videojuego. Mi personaje no es sólo un asesino, es una asesino inteligente y eso quería introducirlo. Era importante para mí. No quería llegar y sólo pelear.
¿Cómo se consigue reflejar un personaje de videojuego en la gran pantalla?
Es importante traducir el juego, no transliterarlo. Un videojuego es interactivo, la película no. Hay que meterse dentro de este mundo creado de manera tan brillante y, después, contar una historia. No buscaba personificar el videoujuego, si no crear una versión de carne y hueso del Agente 47. Algo que, desde mi punto de vista, es más interesante. Además, el Agente no es perfecto. Los superhéroes necesitan sus demonios y estaba muy fascinado por la idea de que es como un clon corrupto. No es una máquina, no es Terminator, es un ser humano modificado genéticamente.
La conexión entre tu personaje y los de Zachary Quinto (John Smith) y Hannah Ware (Katia van Dees) es muy importante en la película...
La conexión entre el Agente 47 y Katia van Dees (Hannah Ware) es algo central en la trama. La películas es una persecución del gato y el ratón entre John Smith y Katia y el Agente 47 y Katia. Ella es el secreto de toda la película.
En Homeland interpretas al agente de la CIA Peter Quinn, ¿cuánto te ha ayudado ese personaje para meterte en la piel del Agente 47?
Con Quinn he tenido una pistola en la mano durante un tiempo, pero el Agente 47 es perfecto utilizándolas. Sabe hacer de todo con ellas con ambas manos, algo muy complicado. Pero gracias a Peter ya estaba familiarizado con las armas y las peleas. El Agente 47 es un ser humano creado y es el mejor en todo. Quinn, de alguna forma, es más psicótico y el agente 47 no pierde los nervios tan fácilmente.
¿Viste la película original de Hitman de 2007 para prepararte?
No, no quería tener la interpretación de otro (Timothy Olyphant) en mi cabeza. De esa manera mi impresión iba a ser totalmente original.