¿Crees que Victoria es una advertencia para los jóvenes españoles que van solos a los clubs berlineses?
¡No! (risas). Me hace gracia esto, porque hay muchas madres que ven la película, y después comienzan a preocuparse más por sus hijas y dicen: "no la pienso dejar salir". Pero justamente a la protagonista de la historia no la dejaban socializar demasiado y después pasa lo que pasa en la película… No creo que sea una advertencia, sino una visión de crecimiento personal. La gente que se tiene que marchar fuera siempre es por algún motivo, no hace falta advertirles.
¿Cómo ha sido rodar ese plano secuencia de más de dos horas?
Ha sido una experiencia muy bonita, porque nunca había rodado de esta manera. Durante el proceso (empezamos con ensayos y luego hicimos nuestras tomas) el guion iba cambiando. Yo nunca tuve el libreto de Victoria entre mis manos, por ponerte un ejemplo. La historia se iba montando a raíz de los ensayos, por esto era un trabajo muy horizontal y muy de equipo. Yo era la protagonista, pero me he sentido parte del script, de la dirección, del montaje… Todos trabajábamos a una, tratando de sacar el filme delante de la mejor manera posible. El equipo veía el material y, en base a eso, se seguía ensayando o se seguía rodando. Desde el primer día hasta el último de trabajo hubo cambios. Escenas que se quitaron, escenas que se añadieron, personajes que aparecieron, personajes que desaparecieron… Una de las normas del director es que cada toma fuese diferente: nunca íbamos a repetir ni la misma frase ni la misma acción. En toda la película sólo hay dos elementos fijos, el resto todo es improvisación.
Al final de Victoria el espectador puede pensar en una moraleja: la desvalida España toma el dinero alemán y corre.
No, porque no está basado en esa realidad social. Al final, esa decisión que ella toma respecto al dinero lo que está tratando de transmitir es que ella ha perdido la inocencia. En ese punto del rodaje discutimos mucho, porque yo no quería ese cierre: Victoria podría pensar que ese dinero está manchado de sangre. Pero luego me di cuenta de que tenían razón, porque ella ya no es como al comenzar la película: a ella esas dos horas y media de vida la vida le ha cambiado. Seguramente desde ese momento ya no huye de los problemas, sino que los mira a la cara… Se ha hecho adulta. Esa decisión representa la pérdida de la inocencia, de una manera casi positiva en este caso.
Durante el rodaje, ¿cuáles se convirtieron en tus rincones favoritos de Berlín?
Yo estuve alojada en Prenzlauer Berg, un barrio muy "fancy", donde todo era muy "chic". Los actores de la película se preguntaban porque me alojaba allí. Es el barrio donde reside el director, y estoy segura de que querían controlar que no me engullera la actividad y la noche de Berlín. Pero luego me moví muchísimo. Vi un Berlín muy amable, porque el equipo de la película me cuidó y me llevaron a un montón de sitios. Me encantó, por ejemplo, Neukölln (junto a Kreuzberg), donde vivía gran parte del equipo. Quería ver todos los lugares con encanto. Visité sitios a los que no habría ido sola, como por ejemplo bares cuya entrada parece una casa particular. Me encantó porque es una ciudad con gran movimiento y cultura. Un día íbamos a ver una performance de un amigo y nunca llegamos al lugar donde se representaba, porque por el camino nos quedamos escuchando a una chica de unos veinte años, de origen africano, que tenía una increíble voz. Me parece increíble que tengas intención de ir a un sitio y la propia ciudad te cambia el plan. ¡En Mauerpark la gente hace cola para dar monedas a los músicos que se reúnen allí a tocar! Es una ciudad asombrosa.
¿Ha cambiado tu carrera el hecho de que la película haya sido un exitazo en taquilla y con tantos premios en Alemania?
Sí, la película me ha posicionado en el mercado internacional. Es algo que he notado mucho con las promociones. Tu trabajo es el mismo, pero si la película funciona y viajas para presentarla, ya te das cuenta que la gente te conoce más. Pero no sólo a mí, también a todo el equipo. Por ejemplo: Olivia Neergaard-Holm, es la coautora intelectual de la peli (la que ha situado a Victoria en el centro de la historia) viaja conmigo a muchas promociones, cosa que no haría sin el éxito del filme. La taquilla y los premios hacen que todo el mundo te conozca más en el plano mundial.
¿Tienes algún proyecto en España?
De momento no. Mis amigos me dicen: "te van a llover las ofertas". Pero esto funciona de manera diferente… Sí que han llegado algunas cosas de fuera, pero ahora mismo estoy centrada en acabar con la promoción de ‘Victoria’, y luego ya veremos.
Victoria
